Editorial

Pensar en grande

“Sólo es posible avanzar cuando se mira lejos. Solo cabe progresar cuando se piensa en grande”, decía el notable filosofo español José Ortega y Gasset. Mirar lejos y pensar en grande. ¿La fórmula del progreso? Parecieran dos cosas fáciles de hacer ¿no? O acaso ¿A quién no le gusta soñar con el futuro?¿Quién no soñó alguna vez con ser el mejor de..?

Pues la respuesta no es todos, sino algunos pocos. Reflexionemos acerca de esto, ¿Por qué no somos capaces de mirar el futuro e imaginarlo grandioso? Quizás porque esta excelente receta para el crecimiento implica además otras cosas. Mirar lejos requiere mirar atrás. Porque no se puede avanzar sin saber desde dónde ni hacia dónde. Y no se puede entender desde donde si a su vez no examinamos cómo llegamos a nuestra posición actual y desde allí pensar el futuro. He aquí ya una primera explicación de porque tan sólo algunos y no todos, son capaces de hacerlo.

Para mirar atrás hay que ser valientes. Hay que tener coraje, ya que puede que cuando volteemos no nos guste lo que veamos, porque puede que veamos nada, es decir, puede que veamos que no avanzamos, que hace 10, 15 o 20 años que estamos anclados, estacionados, repitiendo una rutina. Puede también que no podamos asumir ciertos pasados, puede que queramos negarlos. Y los negamos no sólo porque duela o porque cueste admitir responsabilidades u omisiones, los negamos porque asumirlos realmente modificaría nuestra realidad presente. Y en realidad mal o bien, mejor o peor, a veces se prefiere la comodidad de lo conocido.

Pero falta algo más: pensar en grande. Pero no, de nuevo nos damos cuenta de que no es tan fácil. ¿Por qué nadie piensa en grande si es esa la fórmula secreta del progreso? Porque es un reto. Mirar lejos y pensar en grande, es una interpelación a futuro, es una pregunta constante en nuestra vidas ¿Llegué? ¿Qué hice? ¿Qué no hice?  Es un desafío pensar, imaginar, proyectar. Mirar lejos y pensar en grande significa evaluar posibilidades, planificar acciones, cumplir pasos, asumir responsabilidades, cambiar estrategias. Y lo cierto es que no todos estamos dispuestos a hacerlo. No todos tenemos la voluntad para intentar llegar. A veces es más fácil quedarme en mi lugar, quietecito, sin caerme ni golpearme. Eso sí, lamentablemente al ser pocos los capaces de mirar lejos y pensar en grande, son muchos (por descarte) los que ni miran, ni piensan, y a veces entorpecen, poniendo palos en la rueda de aquellos que quieren avanzar.

A veces es difícil darnos cuenta cuando la historia nos interpela, y hace falta un sacudón. Pues es ese el intento desde InterNos: despertemos porque es este el momento de cambiar, es este el momento de pensar en grande, es ahora cuando están dadas ciertas circunstancias para crecer. Acompañemos este tiempo, desde nuestro sector. Es hoy cuando la fruticultura tiene la oportunidad de dar el salto a las ligas mayores. Pero para ello hace falta, que nosotros y ustedes, protagonistas de la comercialización, miren lejos y piensen en grande. Con todo lo que ello implica.

Quizás a las palabras de Gasset deberíamos reformularas. Quizás sería algo así como “Solo se es posible avanzar cuando se tiene la valentía de mirar lejos, la inteligencia de pensar en grande, y la voluntad de intentar hacerlo”.  

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