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Edición 23

MERCADO PRODUCTORES Y ABASTECEDORES DE SANTA FE

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Sobre los anuncios de nuevos mercados: la necesidad de la planificación estratégica.

Ante las informaciones que dan cuenta de la posibilidad de la instalación de nuevos mercados en las ciudades en las que ya existen centros abastecedores de este tipo como es la nuestra, el directorio del Mercado de Productores y Abastecedores de Frutas, Verduras y Hortalizas de Santa Fe S.A.  se vio obligado a analizar el tema en profundidad a los fines de entender y tener una posición clara ante la sociedad y de esa manera poder contribuir.

Con ese objetivo, identificamos algunos parámetros que consideramos importantes a  tener en cuenta antes de hacer este tipo de inversiones.

En primer lugar, las inversiones de fondos públicos (los que pertenecen a todos los contribuyentes) deben realizarse justificadamente en base a planificaciones estratégicas (que significa encadenar una serie de acciones, pensadas y encaminadas hacia un fin determinado). Es decir que, quien se proponga ejecutar la acción, debe analizar la razonabilidad de la inversión, o lo que es lo mismo, la proporcionalidad entre el dinero invertido y el beneficio que obtendrá el universo al que va destinado el emprendimiento, con un estudio de mercado de por medio, por lo menos.

En segundo lugar, consideramos que es fundamental responder a la necesidad de abastecer –mediante inversión pública- de productos frescos a una determinada zona. Por ende, creemos que seguramente habrá que direccionar la inversión hacia aquellas zonas que no poseen este tipo de mercados de concentración y no generar mercados apoyados en pedidos de algunos actores que no invertirán, con seguridad, sus propios recursos para hacerlo, si de ello dependiese su funcionamiento. Y muy relacionado con esto, está el hecho de evaluar si ese nuevo mercado podrá garantizar productos de calidad y en cantidad, en función de la población a la que pretende abastecer. Además que en función de ello, surgirá el precio que se pagará por cada producto. Solo un mercado con muchos oferentes y muchos compradores puede garantizar la formación de precios equilibrados.

En tercer lugar, hay que determinar el responsable del mercado: el funcionamiento de cualquier centro abastecedor de frutas y hortalizas –en especial si se trata de inversión pública- dependerá de la decisión política, en primer lugar, de la autoridad local (municipio o comuna) donde se pretende establecerlo y luego, de la decisión de la autoridad “inversora”, es decir de aquél órgano del estado nacional, provincial, municipal o comunal que aportará los fondos necesarios para que se erijan las instalaciones del nuevo mercado. Desde estas decisiones –no anhelos- se alumbra el escenario de los planos, proyectos, construcción, habilitaciones, inscripciones, servicios, personal, etc. Todo esto lo debe llevar a cabo la entidad responsable de su funcionamiento.

Además, hay que evaluar que la inversión sea sustentable: antes de la puesta en marcha, si ya se hubiesen cumplido todos los pasos previamente analizados, quien lo administre debe proveerse de los recursos necesarios para atender el costo de funcionamiento: impuestos, sueldos y jornales y cargas sociales, energía eléctrica, agua potable, etc. Y, en pocos años, también el necesario mantenimiento de las estructuras.

En resumen, es indispensable que se entienda que un mercado implica políticas de: sustentabilidad, de inocuidad alimentaria y económicas, entre otras, que se den en un esquema de crecimiento ordenado, lógico, meditado y cabalmente estudiado de la actividad que en él se va a desplegar.

Otro dato significativo es el rol del Estado, quien entendemos debe generar políticas de inversión de fondos públicos -o incentivar a los privados- que atiendan y cubran las necesidades de los argentinos, sin descuidar el rol de administrador de fondos provenientes de los contribuyentes. En este sentido, consideramos que no hay que descuidar el hecho de que toda administración de fondos de terceros conlleva la obligación de rendir cuentas documentadas de la gestión. En el Estado es igual, más allá de los organismos de control que la misma legislación impone, el común de la gente espera que se le informe –a través de sus representantes- qué se hizo con su dinero, el que proviene de sus impuestos.

Como dirigentes de un mercado, estamos a favor de la distribución de frutas y hortalizas en fresco en todo el territorio nacional. Pero, para ello, se debe analizar el mapa actual de los mercados que reciben la producción nacional e internacional e instrumentar políticas públicas que favorezcan la gestión sustentable de estos centros abastecedores y, por sobre todas las cosas, que alcancen a atender las necesidades de todos los argentinos que viven en las zonas más alejadas del centro del país. Este es el debate que nos debemos, ser contundentes en respetar a los actores de una cadena que está relegada en el concierto de las actividades productivas y económicas de toda la Nación.

Nos encontramos en la próxima edición.
¡Hasta pronto!

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