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Política Sectorial

Dictaminan que un herbicida de Monsanto produjo cáncer a un jardinero estadounidense

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|Estados Unidos|

Un tribunal de San Francisco encontró culpable a la empresa Monsanto de ocultar que uno de sus productos, el herbicida Roundup, era potencialmente cancerígeno y peligroso para la salud humana. El caso fue llevado a la justicia por Dewayne Johnson, un conserje y jardinero escolar estadounidense que acusó a la multinacional de haber contraído cáncer por los efectos que el glifosato (compuesto activo del Roundup) generó en su organismo.

“¿Falló Monsanto en advertir los daños potenciales? La respuesta es sí. ¿Fue la falta de advertencias un factor determinante en la enfermedad del señor Johnson? La respuesta es sí”, leyó la jueza Suzanne Ramos Bolaño días atrás durante el veredicto.

En 2014, Dewayne Johnson, de 46 años, fue diagnosticado por los médicos con un linfoma incurable “no Hodking”. Sólo cuatro años después, este trabajador de escuela rural se convertiría en la primera persona en llevar a juicio a la gigantesca multinacional productora de semillas y químicos, acusándola de no advertir –durante décadas- de los peligros cancerígenos de uno de sus herbicidas, quizás el que más polémica ha despertado a nivel mundial: el Roundup.

“Monsanto actuó con malicia. Sabía de los daños del Roundup y Ranger Pro y no lo advirtió”, dictaminó del tribunal de San Francisco. El reciente fallo es una condena sin precedentes, no sólo por la elevada suma que deberá abonar la multinacional (asciende US$289 millones, 39 en compensaciones y 250 en daños punitivos), sino también porque sienta precedente ante otros 450 juicios que se tramitan en la misma corte estatal del estado de California por motivos similares. Y la cosa se pone aún peor para Monsanto: en todo el país, las demandas alcanzan los 4000 casos.

El día 7 de junio, el grupo farmacéutico y químico alemán Bayer oficializaba la compra de Monsanto por US$ 63.000 millones, mientras que el 18 del mismo mes, el “granjero” Johnson llevaba a la justicia su caso. En su demanda, Johnson señaló que Monsanto “defendió datos falsos y atacó estudios legítimos” sobre los peligros de sus herbicidas; a su vez, aseguró que la empresa condujo una “campaña prolongada de desinformación” sobre agencias gubernamentales, agricultores y consumidores en relación a la inocuidad del Roundup y su versión más avanzada, el herbicida Ranger Pro.

El Roundup fue aprobado por primera vez en 1974

Según el expediente judicial, Jonhson utilizó los productos de Monsanto desde principios de 2012 hasta finales de 2015 con una frecuencia de hasta 30 veces por año. “Estoy contento de poder estar vivo y ayudar, pero esta causa es mucho más grande que yo”, expresó a la prensa luego del litigio.

El efecto dominó ya se siente en Bayer, flamante propietaria de la firma Monsanto. En los últimos días, sus acciones en la bolsa cayeron en un 12%. El temor reside en que el reciente caso desate una oleada de nuevas demandas donde los tribunales tengan referencias para encontrar como culpable a la empresa ante los casos de enfermedades por exposición a los herbicidas. Desde la apertura de los mercados este lunes, la empresa perdió más de 11.000 millones de euros de su capitalización.

Johnson y sus abogados luego del veredicto

Rápidamente desde Monsanto defendieron al glifosato como un producto inocuo. El día viernes el vicepresidente de la firma, Scott Partridge, anunció en un comunicado: "Más de 800 estudios y revisiones científicas, y conclusiones de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos y las autoridades reguladoras de todo el mundo, respaldan el hecho de que el glifosato no causa cáncer y no causó el cáncer del señor Johnson".

La misma postura mantuvo su comprador alemán: un vocero de la empresa Bayer se mostró convencido de que “los jueces determinarán que el glifosato y Monsanto no son responsables de la enfermedad" del denunciante, asegurando a su vez que el producto es seguro “ante un uso correcto”.

“Estoy contento de poder estar vivo y ayudar, pero esta causa es mucho más grande que yo”, manifestó Johnson. Los médicos le diagnosticaron pocos meses de vida.

Monsanto, que apelará el fallo, buscará demostrar que los causantes de la enfermedad de Johnson provienen de otros factores no vinculados al fitosanitario. “Los herbicidas a base de glifosato cuentan con el respaldo de una de las bases de datos más extensas a nivel mundial sobre los efectos en la salud y el medio ambiente”, declara la web de la firma.

Mientras que los estudios de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) afirman que los herbicidas a base de glifosato sean “probablemente no cancerígenos”, la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó al mismo producto como “cancerígeno probable”.

Los problemas para Monsanto no serían sólo de índole económico y jurídico, sino también comercial. Si su producto estrella sigue ganando mala prensa a nivel mundial, podrían peligrar las ventas en el largo plazo. Por ahora, la única certeza es que la empresa no puede permitir que su producto continúe “demonizándose” y hará una apelación para limpiar su imagen y evitar indemnizar a Johnson.

Con información de:

  • lavaca.org
  • Infobae
  • Perfil
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