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Política Sectorial

¿Qué preguntará el Censo Nacional Agropecuario al sector frutihortícola?

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|Argentina|

En sólo dos semanas el campo argentino volverá a vivir un Censo Nacional Agropecuario como no lo hacía desde el 2008. Cambiando el papel por la tablet, el Instituto Nacional de Censo y Estadísticas (INDEC) buscará lograr una foto del campo argentino que permita obtener datos actualizados del sector agropecuario para planificar políticas públicas a mediano y largo plazo.

“El censo se realizará de acuerdo a los estándares internacionales propuestos por la FAO. Eso nos permitirá hacerlo compatible con otras estadísticas del mundo”, explicó Roberto Bisang, director de Estadísticas del Sector Primario y coordinador del operativo censal.

¿Qué preguntará el censo al sector frutihortícola?

“Sobre el sector hortícola hay un conocimiento muy parcial. Hay periurbanos de ciudades importantes como Mar del Plata, La Plata, un pedazo de Santa Fe, donde hay cierta información, pero es muy cambiante. Y esa información no es censal, es muestral. Es decir, no cubre la totalidad. El censo lo que va a hacer es cubrir de una vez por todas la foto completa. A sabiendas que es una foto que se va a ir moviendo a lo largo del tiempo”, explicó Bisang en comunicación con Revista InterNos.

Roberto Bisang, coordinador del censo.

El censo agropecuario aborda el registro por establecimiento rural. En cada establecimiento, los censistas buscarán saber: conformación de grupo familiar, edad, nacionalidad, grado de instrucción, si ese productor o productora lleva registro contable, si posee seguro de riesgo, etc. Se busca construir un perfil de productor.

Además, tanto en horticultura como en fruticultura se preguntará por superficie trabajada, principales cultivos realizados, prácticas culturales (cómo se produce), modo de comercialización (individual, cooperativa u asociativa) y cantidad producida en el último año, entre otras cosas.

"Hoy por hoy la información que hay sobre hortalizas es endeble, cambiante. Esto lo que te va a dar es un punto de partida para que después, en cada zona, se puedan pensar en políticas particulares”, detalló Bisang.

Se busca construir un perfil de productor frutihortícola

En una de las secciones también se indagará por el tipo de equipamiento que posee el productor. Allí aparecerán las instancias de acondicionamiento, limpieza y transformación de los productos cultivados en el campo. Por eso, si existiera una etapa posterior dentro de la finca –sea con frutas u hortalizas- ésta podrá ser relevada. También será censada la cantidad de residentes que habitan en la quinta, sea personal fijo o transitorio.

“Si vos juntas el perfil del productor, con dónde está viviendo y con quienes vive; si la familia trabaja o no, si tiene peones, etcétera, vas a tener un perfil de la horticultura bastante preciso”, deduce Bisang.

Datos, ¿para qué?

La importancia del Censo Nacional Agropecuario es diversa. Ministerios, secretarías y organizaciones de productores podrán sentarse a la mesa para discutir y abordar políticas públicas a mediano y largo plazo con datos rigurosamente obtenidos precisamente para esos debates. Además, esta información permitirá a las distintas entidades del sector privado tomar decisiones comerciales con información fidedigna en las manos.

El censo se realizará del 15 de septiembre al 30 de noviembre y sus resultados estarán a disposición durante el primer trimestre de 2019. Según Bisang, los datos obtenidos sólo pueden ser usados con fines estadísticos y estará prohibido cruzarlos con los de otros organismos.

La llegada de la tablet está relacionada con la necesidad de agilizar los procesos de toma y sistematización de datos. La aplicación utilizada para registrar la información dispondrá de un sistema de gestión que procesará en tiempo real los datos enviados desde los dispositivos digitales mediante georeferencia.

Para el funcionario es importante destacar que el censo no pregunta valores monetarios ni situación fiscal. “Al censista no le interesa saber si el productor está en blanco, negro, gris o azul. Lo que nosotros queremos saber es qué hace".

Según indica la Ley N° 17.622 los productores agropecuarios están obligados a recibir a los censistas en sus establecimientos rurales, como también a responder sus preguntas. Una vez completado el censo los mismos recibirán un comprobante que dará cuenta de este compromiso.

Por último, Bisang solicitó buena predisposición por parte de los productores, argumentando que un buen resultado de este proceso decantará en un beneficio para todos los que integran la actividad. “Esto tiene que ser un activo de todos los sectores agropecuarios y de toda la sociedad. El escenario puede estar bien montado pero si el censista y el censado no empatizan no va a andar”, concluyó el funcionario.

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