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Producción

Daniel Caldiz: “Diversificando la producción, se diversifica también el riesgo productivo”

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|Argentina|

La papa es el principal cultivo hortícola a nivel mundial: actualmente se producen unas 20 millones de hectáreas, con un volumen total de 340 millones de toneladas anuales. En nuestro país se cultivan aproximadamente 70.000 hectáreas por año y también es el principal cultivo hortícola. Revista InterNos conversó con Daniel Caldiz, ingeniero agrónomo y director global de investigaciones en agronomía de la multinacional McCain, para conocer la actualidad del cultivo por región y las posibilidades que significa incorporar tecnología a la hora de optimizar la producción.

Su exposición en el Congreso ASAHO, realizado en 2018, se centró en la idea de “intensificación sostenible” para el cultivo de papa. ¿Qué significa este concepto?

Intensificación sostenible refiere al incremento en la producción sin afectar negativamente los recursos y el medio ambiente. Considera aspectos vinculados al suelo, su materia orgánica y estructura; salinización, compactación, falta de rotaciones o ineficiente uso del agua. Contempla también la importancia de mantener la biodiversidad de los sistemas productivos.

¿Qué estrategias agronómicas son necesarias para sostener el cultivo en el tiempo?

Principalmente, pensar en un manejo integrado: adecuada selección de lotes que provengan de rotaciones con cereales u otros cultivos y la implementación de un plan de manejo que considere la utilización de herramientas biológicas (nuevas variedades, controladores biológicos), físicas y químicas, según corresponda su aplicación.

¿Cómo están los rendimientos de papa por región en Argentina?

El rendimiento promedio a nivel país es de alrededor de 35 ton/ha. Los rendimientos más altos se alcanzan en el sudeste de la Provincia de Buenos Aires, donde con variedades de ciclo largo ya se han logrado 80 ton/ha. En Mendoza y Río Negro también es posible obtener hasta 70 ton/ha; en tanto que en otras regiones como Tucumán y Córdoba se obtienen hasta 45 ton/ha. En el cultivo de primavera de San Luis es posible obtener hasta 55-60 ton/ha.

No son pocos los productores que llevan adelante la diversificación destinada al mercado y al procesamiento industrial, ya sea con chips, puré o bastones pre-fritos congelados. De esta manera producen para diferentes nichos y con diferentes variedades, con lo cual también diversifican el riesgo productivo.

(NdE: Recientemente, en la Mesa Nacional de Papa, se señaló el marcado crecimiento de variedades con destino industria en la región bonaerene: las que van a chips y fritas subieron de 390 a 490 hectáreas y las punta (consumo fresco) pasaron de 1634 a 1440 hectáreas).

¿Qué hay que tener en cuenta para realizar agricultura de precisión en este cultivo?

Se realiza básicamente a través del relevamiento de imágenes satelitales históricas que proveen el NDVI, o índice verde. Valores más altos indican áreas de una región o de un lote con mayor productividad histórica y viceversa. En función de ello se identifican áreas con productividad similar sobre las que se aplican prácticas de manejo específicas. Por ejemplo, si en un área del campo se identifica una baja productividad histórica, corresponde realizar un análisis in situ para determinar si esta baja productividad es producto de baja fertilidad, compactación, presencia de residuos de herbicidas, etcétera. Y una vez identificada la causa se puede aplicar la acción correctiva correspondiente.

La agricultura de precisión también sirve para evaluar el estado de los cultivos durante su crecimiento y con el mismo criterio de especificidad aplicar prácticas de manejo. Si se identifica la presencia de una enfermedad en un área del lote es factible realizar una aplicación dirigida sólo a esa área, con lo cual se reduce la cantidad de fungicida que se aplican y se aumenta la eficiencia en el uso del recurso.

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