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Edición 24

Cronología de una crisis

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Desde principios de este año 2015 los productores frutícolas de la zona de los valles de Río Negro y Neuquén están reclamando ayuda al Estado para hacer frente a la fuerte crisis que ellos mismos denominan como “la más grave de la historia”. La realidad es que esta temporada los productores frutícolas han perdido alrededor de 180 millones de dólares. La crisis en esta actividad, que genera más de 70 mil puestos de trabajo, ha afectado no sólo a los productores sino también a zonas completas que subsisten, directa o indirectamente, de esta producción. A mediados de junio habían quedado sin cosechar unas 200.000 toneladas de peras y manzanas. Dicen que es la peor crisis desde 2001.

Sólo en el primer mes y medio del 2015 las exportaciones de manzanas y peras de Río Negro habían sufrido una baja de más del 90% y del 50% respectivamente en comparación al mismo período de 2014, lo que representa unas 18.000 toneladas menos. (Los datos corresponden a las exportaciones de fruta fresca realizadas a través de los puertos de San Antonio Este y el de Bahía Blanca hasta el 15 de febrero). Esta brusca baja se debió a una combinación de factores entre los que podemos mencionar: la crisis en la Unión Europea y Rusia (ambos mercados destino de esta producción), la suspensión de importación a Brasil por detectar carpocapsa en cargamentos de fruta pepita proveniente del Alto Valle de Rio Negro (país en el cual se ubicaba el 30% de la exportación nacional) y el fuerte atraso cambiario que lleva a la pérdida de competitividad frente a otros países productores como Chile, Sudáfrica y Nueva Zelanda.

Frente a esta situación, los productores de la zona de los valles de Río Negro y Neuquén comenzaron con los reclamos frente a los gobiernos provinciales y nacionales. Primero las cámaras de productores comenzaron organizando reuniones entre ellos, luego con sus gobiernos provinciales y finalmente llevaron el reclamo hasta la Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Tras no recibir el apoyo económico que buscaban, comenzaron los tractorazos. Así, durante el primer semestre del 2015, las rutas de la zona –principalmente la ruta nacional 22- se vieron abarrotadas de tractores que se movilizaban cortando accesos y regalando toneladas de manzanas y peras que no pudieron vender, para visibilizar la problemática.

En orden cronológico

El 12 de enero de 2015 la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) publicaba un comunicado de prensa en el que informaban que se necesitaban unos U$S 92 millones para recomponer el tejido productivo del sector frutícola de la zona de los valles para levantar la cosecha y hacer tareas culturales mínimas y generar condiciones que aseguren la competitividad y en consecuencia el empleo.

El 28 de enero de 2015, los productores arrojan más de 80.000 kilos de manzanas y peras en las rutas en protesta. Aseguran que con sus principales compradores en crisis, no tienen donde ubicar el exceso de fruta que estaba destinada a la exportación.

Fuente: www.neuquenalinstante.com.ar

El 17 de febrero de 2015, más de 300 tractores cortan la ruta nacional 22 cerca del puente que une Cipolletti con Neuquén. Los productores frutícolas regalan 60.000 kilos de fruta en la ruta, en señal de protesta frente al gobierno nacional ante la falta de ayuda para cosechar y comercializar su producción.

Fuente: Gobierno de Río Negro

El 15 de abril, alrededor de 300 trabajadores de la firma Moño Azul (de manzanas) realizan un paro cortando la ruta provincial 7 y 51. Por su parte, el gremio de camioneros que trabaja con manzana realizó un piquete en la ruta 22. El reclamo: sueldos atrasados desde el mes de marzo. Los empleados reclaman que sólo están cobrando el 30% de su salario.

El 8 de junio se cumplía el quinto día de protesta (de una medida que duraría 14 días) con el primer bloqueo total de rutas. Los productores de los valles de Neuquén y Río Negro tomaban esta medida en reclamo por medidas urgentes y auxilio económico, para hacerle frente a la crisis. “Tampoco el gobierno nacional cumple con el acta firmada en enero, que establecía un aporte de $ 190 millones para diversas tareas", dijo a los medios Jorge Figueroa, presidente de la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén, quien encabezaba aquel reclamo y además agregaba: "faltan muchos recursos en la región, estamos hablando de 1200 millones de pesos que no ingresaron esta temporada".

Fuente: www.lmcippolleti.com.ar

El 11 de junio, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación publicaba un comunicado y enviaba una solicitada a los medios de la región en el cual detallaba la ayuda del gobierno nacional. “…fueron entregados $50 millones en forma directa a las cuentas bancarias de 1.506 productores de peras y manzanas menores de 15 hectáreas cada uno, la declaración de emergencia para subsanar las pérdidas por granizo con la entrega de $25 millones en concepto de aportes, y otros $50 millones que se destinarán a las tareas culturales de poda y raleo para pequeños y medianos productores. Además, la puesta en marcha de líneas de créditos a tasa subsidiada por $300 millones (17% para capital de trabajo y 11,5% para proyectos de inversión) para productores, empacadores y la industria juguera a través del Banco de la Nación Argentina (BNA)”.

El 22 de junio el Ministro Casamiquela se reunía con los gobiernos de Río Negro y Neuquén y con organizaciones de productores y empresarios del sector para avanzar en el cumplimiento del último tramo del acuerdo en el que la Nación y los dos gobiernos provinciales se comprometían a aportar un monto de $110 millones para cumplimentar con la mitad del costo de la poda. De la reunión, participaba la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén que luego debía comunicar en su asamblea la discusión sostenida en dicha reunión a los fines de dar una respuesta a Agricultura.

Fuente www.lacomuna.com.ar

El 23 de junio Figueroa (presidente de la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén) declaraba en los medios locales que la ayuda que ofrecía la Nación era insuficiente –esperaban que aportaran $190 millones más los recursos de las provincias para la poda- y que no alcanzaba “ni para hacer el 50% de las tareas”. Asimismo, el dirigente aseguraba que no iban a rechazar la ayuda pero que continuarían con el reclamo.

Fuente Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.

El 28 de julio la Secretaria de Desarrollo Rural del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Carla Campos Bilbao, encabezaba una reunión con el Senador Nacional Miguel Ángel Pichetto y autoridades provinciales de Río Negro y Neuquén. Luego de este encuentro, en el sitio del Ministerio se publicaba esta información: “Actualmente, las provincias completan la operatoria de pagos a productores correspondientes a la última fase, de otros 110 millones de pesos (50 por Nación, 50 por Río Negro y 10 por Neuquén) que permite afrontar los gastos de poda y otras labores culturales en los cultivos.”

Hasta el cierre de esta edición no ha habido más comunicados oficiales de ninguna de las partes. Sin embargo, Río Negro y Neuquén se han acoplado a una convocatoria nacional de ruralistas convocador por la Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas y Coninagro para el 5 de agosto. "El campo se manifiesta con propuestas y reclamos federales de cambios urgentes en la política agropecuaria", expresaron las entidades convocantes, a través de un comunicado de prensa.

En primera persona

Desde InterNos, a principios del mes de agosto , nos pusimos en contacto con el presidente de la Cámara Agraria Frutihortícola de Cervantes de la provincia de Río Negro, Carlos Ilu quien nos cuenta sobre la situación que están atravesando.

¿Cómo es la situación del productor?

Estamos en un estado de desesperanza, muy preocupados porque la frutihorticultura en esta situación no tiene posibilidades de subsistir. Es una de las economías regionales más afectadas por las políticas de gobierno. Estamos produciendo con un dólar de $15 y vendiendo con un dólar de $9. Sin tener en cuenta las retenciones.

El productor primario, en el último tiempo, se ha venido descapitalizando y esta situación es muy difícil de superar sin el apoyo del gobierno. El otorgamiento del acuerdo realizado en enero con el gobierno aún no llegó.

Su situación actual es compleja ¿Cuáles son las variables que más los afectan?

Lo que más nos afecta es el atraso cambiario, la falta de atención a cuestiones sanitarias, la necesidad de la derogación de las retenciones. Nos afectó mucho también la situación de Rusia que, al cerrar las fronteras para las exportaciones, los países que comúnmente les vendían a ellos volcaron toda su producción a la Unión Europea, dejándonos sin chance de competir. Luego, lo que sucedió con Brasil y el cierre de sus fronteras por problemas sanitarios. La única alternativa que nos queda para ubicar nuestra producción es el mercado interno, que en este momento está atosigado y, por ende, el precio ha descendido por el exceso de oferta.

¿Qué proyecciones hacen para la actividad en los próximos meses?

Yo no me atrevería a decir que va a desaparecer la frutihorticultura, porque siempre hay grandes empresas que están en otra situación y que pueden hacerle frente a una crisis como esta, pero van a desaparecer más productores y desmejorará la calidad sin dudas. No tendremos más la fruta de la gran calidad que teníamos, tan buscada por los mercados externos.

 

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