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Edición 36

Juan Carlos Giménez: “La inestabilidad cambiaria de este país nos deja descolocados”

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Juan Carlos Giménez
Vocal Suplente 1° - Comisión Directiva
Fecha de nacimiento:  12 de febrero de 1963
Lugar: Departamento de Rawson – San Juan

Juan Carlos Giménez habla pausado y reflexiona cada respuesta sin apresurarse. Tiene 55 años y casi 40 en la actividad: como muchos de sus colegas, su vida fue y será la quinta. En su San Juan natal integra la Comisión Directiva de la Sociedad de Chacareros Temporarios, entidad que nuclea a los productores que comercializan su mercadería en el Mercado Concentrador de Frutas y Hortalizas, ubicado en Rawson. A nivel nacional, forma parte de las discusiones que se plantean desde la Comisión Directiva de Fenaomfra.

Nunca se propuso participar en política. “Fue algo en lo que me he ido involucrando casi sin darme cuenta”, asegura. Sus preocupaciones por las mejoras en las condiciones de producción y comercialización lo llevaron a conformar espacios de discusión permanentemente. Cuando algunos años atrás Fenaomfra necesitó renovar sus dirigentes, no lo dudó: había allí una potente herramienta de cambio y trabajo colectivo.

¿Hace cuánto se dedica a la frutihorticultura?

Más o menos desde hace 40 años. Desde los 13 o 14, cuando comencé al lado de mi padre cultivando acelga. Fue mi primera chacra. Empecé experimentando, incursionando, con las curiosidades que tiene uno a esa edad. Unos años después, además de la quinta, realicé viajes a Buenos Aires en camión transportando mercadería. Llevábamos uvas a lo que por aquel entonces era el Mercado de Abasto, no existía el Mercado Central todavía. Eran horarios estrictos, con 16 horas de viaje. Hasta que un día finalmente decidí dedicarme a la chacra exclusivamente.

¿Cuándo tomó esa decisión?

Cuando nació mi primer hijo. En uno de estos viajes que yo hacía se enfermó. Tuvo anginas, nada grave, pero mi mujer estaba sola y yo estaba lejos. Eso no me gustó, así que me bajé del camión y me quedé en la quinta, cerca de mi familia. Produzco desde entonces. He sembrado cebolla, zanahoria, acelga, remolacha, zapallito y melón, entre otras cosas.

¿Por qué decidió ser un dirigente?

No sé si fue una decisión, fue algo en lo que me he ido involucrando casi sin darme cuenta. El sueño era lograr el mercado propio, ya que la Sociedad de Chacareros Temporarios, que había sido fundada en 1974, trabajaba todavía dentro de la órbita del Mercado Municipal de San Juan. Por eso, junto a Orlando Cotilla, formamos un grupo para trabajar con este objetivo en mente. Él fue presidente del año 1992 al año 1995 y durante su gestión logramos comprar el terreno y construir el actual Mercado Concentrador de Frutas y Hortalizas de San Juan, ubicado en Rawson, con la ayuda de algunos políticos amigos de la época. Sin buscarlo, me encontré integrando las diferentes Comisiones de la Sociedad de Chacareros, participando activamente.

¿Cómo decidió sumarse a Fenaomfra?

Se dio a través de los contactos que se gestaron entre Fenaomfra y nuestro Mercado. Empecé a formar parte de las asambleas anuales de la Federación, donde había dirigentes que se retiraban o se iban a otras actividades, dejando lugares que cubrir. Me pareció muy interesante participar en una entidad como Fenaomfra, donde uno puede discutir problemáticas de los mercados a nivel nacional. Por eso hasta el día de hoy formo parte de las comisiones. Uno sabe que agrupándose y buscando soluciones en conjunto se puede salir adelante.

¿Cuáles considera que fueron los mayores logros de la Federación?

Yo no creo en los grandes logros, porque eso se da una vez cada 50 años. En lo que sí creo es en las pequeñas cosas que nos permiten avanzar de a poco. Por ejemplo, nuestra entidad tiene 40 años y el gran logro que tuvo fue la construcción del Mercado Concentrador. Pero antes conseguimos un montón de otras cosas, mínimas, que ayudaron a que eso pase.

Hoy Fenaomfra es fundamental. Nos permite estar conectados desde muchos puntos del país con gente de distintos mercados, posibilitando la colaboración entre colegas. Por ejemplo, si uno tiene que mandar un producto a un Mercado de otra provincia, puede llamar y pedir referencias. Además, la Federación está compuesta por gente de bien que no te va a tirar un dato cambiado. Esa es una pequeñez que hace a la importancia del sector en el que uno trabaja.

¿Cuáles son las debilidades del sector?

Una de las debilidades del sector es la inestabilidad cambiaria que tiene este país, que nos deja descolocados en cualquier momento sin saber qué va a pasar. Y el otro gran inconveniente que tenemos son las exigencias impositivas y de registración laboral, que nos dificulta ser rentables y competitivos. Las leyes sociales superan cualquier ingreso que podamos tener y es algo a revisar en la agricultura.

¿Cuáles son las fortalezas del sector?

La fortaleza es que el sector agropecuario nos tiene a nosotros (risas). Los que machacamos y machacamos. Los que trabajamos y aunque no vendamos volvemos a preparar la tierra para seguir adelante. La fortaleza del sector es la testarudez de los productores. Quizás sería más fácil buscar un cargo, con días de vacaciones y estabilidad económica. Pero sin embargo seguimos acá. Esta actividad tiene un “no sé qué” que a uno lo atrapa, no se puede explicar.

¿El trabajo lo define?

Pienso que sí. Me define la manera de cultivar, la forma de presentar los productos para la venta, el trato con los compradores.

¿Cuál es su virtud más valorada?

En cuanto al rubro agrícola, creo que lo que más valora la gente es la honestidad de mis acciones, tanto dirigencialmente como en el trabajo de productor. Un ejemplo: yo me dedico a hacer lechuga, que en épocas complicadas como el verano (con lluvias que afectan la calidad del producto) se vende igual por falta de oferta. En esas épocas algunos clientes me preguntan: “¿está linda la lechuga?” y yo les explico que no, que ese no es el mejor producto disponible, precisamente por el clima. La gente valora eso.

¿Cuál es el defecto que más le molesta en Ud.? ¿Y en los demás?

En los demás me molesta el egoísmo. La gente que defiende su postura aunque no sea la correcta. Los que saben detectar los defectos de los otros pero cuando les toca a ellos defienden lo indefendible. Y en mí…bueno, creo que tendría que ser otro el que me marque los defectos. Y si digo que no tengo defectos estoy mintiendo (risas).

¿Qué talento le hubiese gustado tener?

La verdad que la quinta me gusta mucho. Si no me hubiera dedicado al campo, me hubiese gustado ser como Leonardo Favio, Julio Iglesias o como José Luis Perales. Pero parece que no califico en nada de eso (risas).

¿Tiene algún héroe o persona que admire?

Conozco gente muy inteligente y capaz, pero creo que no tengo héroes en particular.

¿Qué lo hace reír?

Me gusta conversar con la gente, suele ser algo que me hace reír. Me gustan las fiestas, los shows humorísticos. Trato de asistir siempre que puedo, incluso me gusta organizarlos. Cuando se realizan las cenas de fin de año del Mercado casi siempre soy yo el encargado conseguir los contactos y convocar a los artistas. También disfruto mucho viajar, ya sea por trabajo o por placer.

Un sueño por cumplir…

En lo laboral, llegar al día que tenga que dejar de trabajar y no tener preocupaciones por nada. Y en lo personal, ver a mi familia organizada, trabajando y viviendo tranquilos de sus actividades.

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