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Comercialización

El aislamiento por Coronavirus no afectará a la producción y comercialización de frutas y hortalizas

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|Argentina|

Con el objetivo de frenar la expansión de la pandemia COVID-19, y a través del Decreto 297/2020 de Necesidad y Urgencia (DNU) publicado en el Boletín Oficial, el gobierno nacional anunció en el día de ayer el “aislamiento social, preventivo y obligatorio” para todos los habitantes de la república hasta el próximo 31 de marzo, pudiéndose prorrogar el plazo según corresponda a la situación sanitaria.

Sin embargo, durante una conferencia de prensa realizada en el día de ayer, Alberto Fernández comunicó que la medida tendrá excepciones. Continuarán en funcionamiento unos 24 rubros, entre los que se encuentran la industria farmacéutica y de los alimentos; los trabajadores de la salud, el personal de las fuerzas de seguridad y las líneas de mando de los gobiernos nacional, provinciales y municipales, entre otras. Pueden leerse acá todas las excepciones.

Para llevar a cabo el cumplimiento de la cuarentena obligatoria, el gobierno dispondrá de permanentes controles en rutas, accesos y espacios públicos en coordinación con las distintas jurisdicciones provinciales. Podrán recibir penas desde seis meses hasta dos años de prisión quienes violen las medidas para “impedir la introducción o propagación de una epidemia”, según lo establece el Código Penal Argentino.

El artículo N°5 del decreto presidencial determina que durante el aislamiento se suspenderá “la apertura de centros comerciales, establecimientos mayoristas y minoristas, y cualquier otro lugar que requiera la presencia de personas”. No obstante, en el artículo siguiente se incorporan las excepciones a la norma, entre las que vale la pena considerar:

  1. Industrias de alimentación, su cadena productiva e insumos; de higiene personal y limpieza; de equipamiento médico, medicamentos, vacunas y otros insumos sanitarios.
  2. Actividades vinculadas con la producción, distribución y comercialización agropecuaria y de pesca.

También estará garantizada la distribución a verdulerías o bocas de expendio de frutas y hortalizas (a excepción de las ferias que por la aglomeración de gente que representan han sido suspendidas):

  1. Supermercados mayoristas y minoristas y comercios minoristas de proximidad. Farmacias. Ferreterías. Veterinarias. Provisión de garrafas.

Valela pena  marcar que tampoco la actividad exportadora sufrirá mayores cambios durante esta etapa de cuarentena, ya que el punto número 13 del artículo 6 determina como excepción a las “actividades impostergables vinculadas con el comercio exterior”. Tratándose de alimentos perecederos y atados a ventanas comerciales tan estrictas, los envíos de frutas y hortalizas se realizarían en términos normales durante los próximos días, aunque reforzando las medidas de higiene en los procesos.

De esta manera, y tal como lo expresó Fernández en sus discursos anteriores, la cuarentena no frenará a la cadenas productivas y comerciales de alimentos (entre ellas la frutihortícola) principalmente por su rol fundamental en el abastecimiento de productos de primera necesidad. Cabe recordar que en nuestro país la mayoría de los mercados se encuentran categorizados bajo la órbita de “servicio público” y están obligados al abastecimiento de mercadería, salvo casos de fuerza mayor.

Lo cierto es que, además, una medida de ese tipo causaría un triple efecto negativo en el sector: los productores no tendrían dónde colocar la mercadería (perdiendo una inversión de semanas de trabajo), los operadores y verduleros no podrían distribuirla, y los consumidores estarían privados del acceso a estos alimentos, promoviendo una sensación de “desabastecimiento” que ya de por sí prevalece en muchos sectores de la sociedad.

Esto, claro está, no exime a los mercados de reforzar las medidas de higiene pasillos adentro. En su dinámica, los mayoristas aglomeran a una gran cantidad de compradores en reducidos períodos de tiempo y favorecen el contacto directo entre los mismos. Por eso, si bien en principio se reforzó la presencia de elementos de limpieza (jabón, alcohol en gel, abundante papel higiénico) en baños y otros puntos estratégicos, en los últimos días los concentradores avanzaron en acciones más concretas como ampliar los horarios de atención y segmentar el ingreso de verduleros y público general para evitar la concentración y circulación de personas en los puntos de venta (pocos verduleros por puesto, respetando un metro de distancia en las filas y evitando el contacto físico).

Algunos incluso han sugerido limitar el ingreso de compradores mayores de sesenta años por pertenecer al grupo de riesgo, y en algunos casos se solicitó a los operadores generar un detalle de los empleados que estén dentro de dicho grupo (y que además puedan ser cardiópatas, diabéticos, transplantados, inmunodeprimidos, embarazadas). Otros incentivaron a sus puesteros a trabajar con sus clientes vía telefónica, de manera que puedan preparar la mercadería con antelación y reducir la interacción cara a cara.

La actividad en el campo, por su parte, seguirá un camino similar, ya que los procesos productivos no pueden esperar: las tareas de cosecha y empaque seguirán realizándose, aunque extremando las medidas de seguridad. No obstante, según informó UATRE  amparado en el decreto de Emergencia Sanitaria, las empresas del sector rural deberán liberar de sus tareas a los trabajadores de más de 60 años, como así también a todos aquellos que presenten afecciones preexistentes (como hipertensión arterial, diabetes, etcétera) y se encuentren contemplados en los grupos de riego de COVID-19.

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