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Comercialización

Tomates: ¿Dónde se producen y cómo están los precios hoy?

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Foto: Mercado Central de Buenos Aires.

|Argentina|

Originario de Sudamérica, el tomate es la segunda hortaliza más consumida en Argentina: 16 kg por persona por año de tomate en fresco. Su producción se lleva adelante en varios rincones de nuestro país, pero solo algunas provincias son las encargadas de cubrir la oferta con esta hortaliza de fruto y asegurar que la misma llegue al plato de los argentinos durante todo el año. Al igual que todas las frutas y verduras, la variación de sus precios se ve afectada por la estacionalidad productiva, la oferta, la demanda y los eventos climáticos que condicionan los volúmenes productivos.

Según relevamientos realizados por FAO sobre las últimas 10 campañas de tomate en Argentina, el promedio de superficie cultivada ronda hoy las 17.000 hectáreas y se cosechan alrededor de 1.100.000 toneladas de dicho producto al año. Buenos Aires, Corrientes, Salta y Mendoza son las provincias que concentran el mayor porcentaje de esta superficie. Sin embargo, los destinos de los tomates que en esas zonas se cosechan no son los mismos y ahí radica la principal diferencia entre ellas.

Si hablamos del consumo en fresco y nos basamos en estadísticas de INTA, las hectáreas destinadas a este tipo de comercialización son algo de 11.000 y de ellas se cosechan más de 700 mil toneladas de tomates que se dirigen a los mercados concentradores de todo el país. Las zonas dedicadas a cubrir esta oferta son Buenos Aires, Corrientes y Salta principalmente. Pero también existen pequeños productores ubicados en los cinturones hortícolas de Córdoba, Jujuy, Formosa y hasta Río Negro que cubren la oferta de los mercados regionales cuando esta es menor. Es decir, cubren pequeñas ventanas comerciales en épocas de menor producción.

Buenos Aires cuenta hoy con 3000 hectáreas cubiertas destinadas a producir tomates que se consumen en fresco. Esta superficie se distribuye entre los cinturones hortícolas de La Plata, Mar del Plata y el sur bonaerense. Allí el cultivo de tomates se hace bajo cubierta o en invernaderos, lo que asegura mejores rendimientos ya que los productores pueden hacer un mejor control de sus plantaciones. Sin embargo, es uno de los sistemas productivos que más inversión requiere por las instalaciones y los materiales que demanda. A esto es necesario sumarle los insumos, un factor que influye en cualquier tipo de sistema productivo, y se pagan a precio dólar. En dicha zona las cosechas se dan en dos momentos del año. La primera se lleva a cabo en el mes de enero y cubre la oferta hasta el mes de junio, y la segunda cosecha se da en octubre y se encuentra presente en los mercados hasta enero. A pesar de estos momentos específicos, Buenos Aires tiene participación durante todo el año en los concentradores con mayores o menores volúmenes de tomate.

Por su parte, Corrientes es la segunda zona con mayor participación en los mercados mayoristas argentinos. Su producción de tomates se ubica en el departamento de Lavalle, donde existen aproximadamente 900 hectáreas implantadas que también se desarrollan bajo invernadero. La oferta es cubierta por esta región en contrastación. Esto significa que las cosechas se dan en los meses de invierno, cuando a nivel nacional la productividad es menor a causa de las condiciones climáticas. Factor que favorece decididamente en la construcción de los precios. En Corrientes las cosechas de tomates se llevan adelante en mayo/junio y los productos permanecen en los mercados hasta noviembre aproximadamente.  Vale mencionar que Corrientes en este periodo no se encuentra sola, compite directamente con Salta que también cosecha sus tomates en la misma época.

Mapa: Elaboración propia.

Los precios del tomate en los mercados de todo el país varían, como siempre decimos, por los movimientos de la oferta y la demanda y por su condición de estacionalidad. Pero, el año pasado el tomate fue una de las hortalizas que más variaciones registró en su valor. Según las estadísticas del Mercado Central de Buenos Aires, en los primeros meses del año el precio del tomate se encontraba por debajo de los $20 por kilo. Pero en el mes de mayo tuvo un marcado aumento que alcanzó casi los $30 para luego estabilizarse y volver a tener un pico en el mes de octubre de 2020, cuando el tomate se ubicó cerca de los $40 por kilo.

Dicha variación coincide con los ingresos de menor o mayor volumen de tomate a los mercados. Durante los meses de octubre/noviembre la oferta de este producto es claramente menor y está cubierta casi exclusivamente por Buenos Aires. Lo mismo sucede en los meses de mayo/junio cuando las condiciones climáticas no son las mejores para producir y la oferta es cubierta por Corrientes y en menor medida por Salta. Épocas que son claramente beneficiosas en términos monetarios para dichas zonas productivas.

Gráfico: Mercado Central de Buenos Aires.

Actualmente, según el relato de los productores, los precios se mantienen estables hace un buen tiempo y todavía no se registró un despegue de los mismos. Si observamos los valores en el MCBA podemos decir que tanto el tomate perita como el redondo, proveniente de Corrientes y Salta, se encuentra hoy entre los $1400 y $1700 un cajón de 18 kilos. En el Mercado de Abasto de Córdoba los precios no son muy diferentes: $1200 a $2000 los tomates peritas y redondos de la misma procedencia y en cajones de 16/18 kilos. Por su parte, el Mercado Mayorista de Villa María registra valores menores que rondan los $800 y $1500. Es importante recalcar que la variación entre un mercado y otro también depende del tamaño y la calidad de los frutos que se comercializan.

"El tomate aumenta a principios del invierno y a principios de primavera. En el primer caso, es porque baja la temperatura y las zonas mediterraneas con clima templado no pueden producir en esa época y empiezan a producir las zonas con climas mas subtropical, como el noroeste argentino. Ahí los costos son mayores y por lo tanto los precios también. Después aumenta en septiembre/octubre cuando se produce un cambio en la zona de producción, termina la zona de Corrientes y empieza a producir La Plata. Ahí además coincide con un aumento en la demanda por el consumo en primavera para las ensaladas", explicó a InterNos Mariano Lechardoy, jefe de estadísticas y Transparencia del MCBA.

Como bien lo señalamos al principio, una variable que diferencia a la producción de tomates en Argentina es el destino que estos tendrán. Por ese motivo, hacemos un párrafo aparte para hablar de la zona cuyana. Mendoza particularmente produce tomates tanto para consumo en fresco como para industria, pero su fuerte está puesto en ese último rubro. De hecho en la campaña 2019/2020 esta provincia aportó el 40% de su producción, lo que se traduce aproximadamente en 169.000 toneladas de tomates. A esta provincia le sigue San Juan con una participación del 38% en la industria (136.595 toneladas). La diferencia entre estas dos es que San Juan logró en los últimos años mejorar considerablemente el rendimiento por hectárea mediante la incorporación de nuevas y mejores tecnologías para la realización del riego. Eso hizo que los productores de esta zona pudieran mejorar el control y manejo de dicho recurso. En Cuyo las cosechas se producen en diciembre/enero y los pocos porcentajes que se destinan al mercado en fresco se mantienen hasta mayo.

A partir del tomate que se destina a industria se produce: tomate en conserva (pelado enteros y cubeteados o en trozos) y pasta de tomate (extractos, puré de tomate y salsas). La oferta total que Argentina aporta a este sector es bastante escasa y por eso muchas veces se cubre la oferta con productos que provienen de Chile e Italia. En este marco, los expertos aseguran que la industria es una rama productiva que ofrece grandes oportunidades de expansión para los productores nacionales.  “Sólo la sustitución de las importaciones anuales que se requieren para abastecer la demanda interna, implicaría unas 2,7 mil ha y 200 mil toneladas más de producción según la diferencia entre el volumen cosechado y la demanda estimada para el año 2020”, explica un documento elaborado por la Dirección de Producción Agrícola, perteneciente al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la nación.

Por último, y para concluir este panorama de la producción y comercialización tomatera argentina, hablaremos de las exportaciones e importaciones. La oferta nacional está cubierta casi en su totalidad por producción nacional, esto se debe a las condiciones agroclimáticas con las que cuenta nuestro país y la posibilidad de producir esta hortaliza de fruto durante todo el año. Solo se importan tomates de otros países cuando se producen situaciones climáticas extremas que afectan considerablemente a la producción nacional.

Lo mismo sucede con las exportaciones. Argentina comercializa al mundo pequeños porcentajes de tomates, de hecho se encuentra en el puesto 41 a nivel mundial de exportadores de tomates en frescos o refrigerados. Al mercado internacional solo se realizan envíos cuando el clima afecta a otros países y necesitan cubrir su demanda interna. Los principales destinos del tomate argentino son Paraguay, que en el año 2020 representó el 98.8% de las exportaciones, Uruguay y Brasil.

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