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Comercialización

Nicolás Sánchez, CEO de Moño Azul: "Vemos a la sidra como una segunda ola de la cerveza artesanal"

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|Río Negro|

Moño Azul es una de las firmas frutícolas con mayor reconocimiento en el mercado argentino. En 2018, luego de atravesar una profunda crisis económica, fue adquirida por el Grupo Prima (quien también compró Patagonian Fruits) y retomó su senda de crecimiento y expansión comercial. Desde el año pasado la empresa incursiona en la producción de sidra, que además apuesta a vender por un canal no tradicional como el e-commerce.

Cuando el grupo de inversores decidió comprar Moño Azul tres años atrás, sabía que era una apuesta arriesgada: la firma estaba por presentar la quiebra. No obstante, confiaban en el valor que la marca había construido a nivel nacional como punto de partida para revertir la situación.

Es que durante la década del noventa y principios de los 2000 la empresa realizó una fuerte inversión en publicidad, mediante la cual consiguió referenciarse como un producto de calidad en el mercado argentino. El "corte de la manzana” en el programa televisivo La Noche del Domingo, de Gerardo Sofovich, es una muestra de la ambición en la estrategia de marketing de aquellos años, que los actuales compradores quieren capitalizar.

 "Hicimos un fuerte trabajo en reestructuración. Desembolsamos u$s 8 millones en maquinaria de tecnología, cosa que aún hoy seguimos haciendo. Esto nos ayudó a meternos en otros mercados de América latina. Hoy, exportamos el 85% de lo que producimos", dijo Nicolás Sánchez, presidente de Grupo Prima (Holding dueño de Moño Azul), días atrás al medio El Cronista.

Estabilizada la situación, la empresa comenzó pensar en la diversificación de su cartera de productos. Y para eso, en 2020 dio sus primeros pasos en la producción de sidra. En primera instancia lo hizo en botellas y, en estos últimos meses, están incursionando con la presentación de una lata que se podrá conseguir en la web de Moño Azul hacia fin de año.

En conversación con InterNos, Nicolás Sánchez dijo que veían la producción de sidra casi como una obligación debido al lugar destacado que ocupa la firma ocupa en el mercado de manzanas argentino. “Producimos las mejores manzanas y la sidra es un derivado directo de esta fruta. Teníamos que hacerlo. Moño Azul es un emblema en manzanas, nuestra sidra debe pertenecer a la misma marca”, señaló el CEO de la empresa.

Lo realizado en 2020 fue una prueba piloto que, debido a su relativo éxito, permitió pensar en mayores volúmenes de cara a 2021. No obstante, Sánchez reconoce que son los primeros pasos y que, por ahora, no se puede hablar de una inversión de grandes números. “Comenzamos con un perfil menos masivo en esta primera etapa. Por ahora vamos a trabajar los productos a través del E-Commerce”, agregó.

La sidra es una bebida con cada vez mayor presencia en las góndolas argentinas. En los últimos años, su consumo se ha corrido de las fiestas de navidad y año nuevo, y hoy es común encontrar botellas durante los meses del otoño y el invierno. 

La estacionalidad se está rompiendo. Apostamos a que dicha curva se achate, como ocurre en muchas regiones del mundo. Vemos a la sidra como una especie de segunda ola de la cerveza artesanal. Según datos el Weston Cider Report 2020, Argentina registró 82 millones de litros anuales de consumo interno. Se trata de un mercado ciertamente muy interesante”, concluyó Sánchez.

Nicolás Sánchez, presidente de Grupo Prima (Holding dueño de Moño Azul)

El Cronista compartió otros datos interesantes en este sentido: en 2010, la cervecera chilena CCU, adquirió Sáenz Briones, dueña de las marcas 1888, Victoria y Real. En ese momento, pagó u$s 12,5 millones por activos que le aseguraron una participación del, por lo menos, 50% del negocio local. 

Desde entonces, CCU concentró sus esfuerzos en desestacionalizar el consumo de la categoría. Un caso ejemplar es el de la etiqueta 1888, que tiene crecimientos anuales de doble dígito en volumen, según datos del grupo chileno.

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