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Política Sectorial

Etiquetado Frontal: Cuando la grieta nos deja sin política

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|Argentina|

La expectativa era grande. Las redes sociales -Twitter a la cabeza- seguían de cerca el minuto a minuto de lo que prometía ser una jornada de debate enriquecedora para la sociedad civil. Casi un año había transcurrido desde que el proyecto de Etiquetado Frontal, aprobado en Senadores a fines de octubre de 2020, fuera incorporado en el temario de la Cámara de Diputados para su debate.

Finalmente no hubo quórum. Las tensiones políticas entre los dos bloques mayoritarios del Congreso pudieron más. Juntos por el Cambio decidió no bajar a la sala para discutir, entre otros, este proyecto fundamental para la salud pública de los argentinos y dejó pasar así una oportunidad histórica para avanzar sobre una demanda que, si algo la destaca, es su grado de aceptación social más allá de ideologías o estructuras partidarias específicas.

El Frente de Todos logró ocupar sólo 122 bancas, siete menos de las necesarias para comenzar el debate. Desde la oposición, el principal argumento para no dar quórum fue que no se hubiera consensuado el temario a tratar; para negociar, presentaron una nueva lista de proyectos de ley, que finalmente el oficialismo rechazó por considerar “extorsiva”.

Individualmente, algunos diputados de Juntos por el Cambio se mostraron dispuestos a convocar la sesión pero cuestionaron “los modos” del oficialismo, tal como expresara el ex ministro de Salud, Adolfo Rubinsten, en una entrevista realizada por la radio Futurock esta mañana: "La ley no fracasó, lo que fracasó fue la convocatoria sin consenso".

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Durante la tarde de ayer trascendió la posibilidad de que la próxima semana se logre un acuerdo para convocar una sesión que incorpore este debate. Por ahora, la incertidumbre es la misma que la de semanas atrás, cuando el proyecto corría serios peligros de perder estado parlamentario (tiene fecha límite a finales de octubre).

La reacción del sector frutihortícola

La Federación Nacional de Operadores de Mercados Frutihortícolas (Fenaomfra) fue una de las entidades del sector que acompañó con fuerza el desarrollo del proyecto de ley e incluso generó una atractiva campaña de redes sociales para dar cuenta de la importancia de su aprobación (se puede ver acá).

Carlos Otrino, presidente de la Fenaomfra, consideró que la repercusión pública y mediática de lo que sucedía con la sesión demostró “el interés de una norma que advierta qué contienen los productos industrializados envasados”. No obstante, advirtió que fue una jornada en la que “muchos aprovecharon para manifestarse de un lado y otro de la famosa grieta en Argentina”.

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“Se terminó convirtiendo al 5 de octubre en un día donde se instaló la discusión de porqué sí o porqué no debería aprobarse esta ley. Aparecieron asiduos opinantes, muchos de ellos desinformando y atacando un proyecto que implica expandir el derecho humano a la información sobre qué contiene lo que comemos”, señaló Otrino.

Espero que la sociedad civil no siga asistiendo a presenciar un ‘no debate’ como ‘convivado de piedra’. Aunque parezca una verdad de perogrullo, el pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes. ¿Qué hará el pueblo si sus representantes no quieren o no pueden acordar formas de deliberar?", concluyó.

¿Qué estamos comiendo?

Meses atrás hablamos sobre la Ley de Etiquetado en nuestro podcast, Fresco. Escuchalo acá y seguinos en Spotify para enterarte de cada nuevo capítulo.

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