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Hacemos una pausa

Abasto de Río Cuarto y la búsqueda por jugar en la primera frutihortícola

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Quienes conocemos el sur de la provincia de Córdoba o recorrimos sus rutas, podemos asegurar que la mayor parte del paisaje rural se compone de cultivos de soja, maíz y algunos criaderos de animales. La base de la economía regional es esa. Sin embargo, en Río Cuarto -capital alterna de la provincia y una de las ciudades más importantes del sur cordobés- el sector frutihortícola tiene grandes posibilidades de consolidarse.

No solamente porque el cinturón verde viene mostrando un desarrollo importante -que se evidencia en la calidad de las hortalizas que allí se cultivan- sino también porque en “El Imperio”, como llaman a la ciudad sus propios habitantes, el Mercado de Abasto de Río Cuarto (MARC) compite en las grandes ligas y tiene un protagonismo destacable para toda la zona.

El mayorista abastece a todo el departamento. Incluso viajan hasta él compradores de ciudades o provincias aledañas. En su nave central, los pasillos se encuentran repletos de frutas y verduras de primera calidad. Priman las hortalizas de hoja verde, especialidad de los productores de la zona. Actualmente en su interior conviven 36 productores hortícolas que ocupan las playas y 18 operadores en puestos fijos. Casi cien changarines dan vida a la actividad todos los días cargando y descargando mercadería.

La administración del mercado, como la de muchos de los que conocemos, es de carácter mixto: el 51% de las acciones corresponden a la municipalidad y el otro 49% al sector privado. A su vez, el predio donde se emplaza el mercado es una propiedad de la municipalidad que es administrada por una Sociedad Anónima.s

 

Municipalidad y mercado, un trabajo en conjunto

InterNos recorrió las calles del mercado y se sentó a conversar con sus representantes. Entre ellos estuvo Ernesto Guevara, actual presidente del abasto por la parte pública, quién nos contó que en los últimos años el vínculo administrativo entre la municipalidad  y los privados se robusteció....

Sucede que antes los funcionarios se ocupaban de concesionar el predio y “el mercado funcionaba solo”. Las decisiones se tomaban entre los privados puertas adentro y el financiamiento de los proyectos de obras muchas veces era realizado por estos o terceros. Pero desde hace un tiempo, la participación pública tomó más protagonismo.

“El municipio, salvo en esa instancia de definir autoridades o algún proyecto específico, no participaba en la toma de decisiones diaria. Con los recursos que genera y recauda el mercado es con lo que se sostiene. Creo que hace un tiempo logramos consolidar un directorio más dinámico y participativo, con una predisposición mucho mejor por parte del municipio. De cierta forma, muchos funcionarios entendieron que el mercado no funciona en piloto automático y la importancia que tiene para Río Cuarto”, comentó Ernesto Guevara.

Un ejemplo de lo que dice el presidente son las obras que se realizaron  en  el predio entre 2019 y 2020 gracias al vínculo con la municipalidad. La primera de ellas fue la incorporación de una Subestación Transformadora de energía eléctrica con el fin de que el mayorista gozara de energía propia, sin depender del tendido eléctrico del casco urbano.

Luego, en junio de 2020, se concretó la pavimentación de 7 mil metros cuadrados en el ingreso del mercado y dos calles laterales del sector este de la nave de comercialización. A eso se le sumó la remodelación de todo el frente del concentrador ubicado en Boulevard Obispo Buteler: nueva fachada y la parquización dentro del predio.

"Muchos funcionarios entendieron que el mercado no funciona en piloto automático y la importancia que tiene para Río Cuarto", Ernesto Guevara.

“Antes no podíamos prender un aire porque era un desastre, no teníamos recursos. Cuando empezamos a pensar en esta inversión era imposible que la hiciéramos, eran inversiones millonarias. Haberlo logrado junto al municipio, al igual que la pavimentación  y los acuerdos con EPEC por la electricidad, fueron un cambio trascendental para el mercado. Necesitábamos estas obras hace años”, comentó a este medio Alejandro Arrieta, coordinador del Mercado de Abasto.

En este punto es importante entender que el principal ingreso económico del mercado son los canon que pagan los puesteros y productores por sus espacios de venta. Para establecer el valor de los mismos, el directorio del mercado sostiene una decisión política de no aumentar considerablemente los canones o igualarlos a los niveles inflacionarios para garantizar año a año que esos espacios sean accesibles para todos. Esto, muchas veces, hace que la recaudación sea menor y no permita llevar adelante proyectos ambiosios que impliquen grandes inversiones de dinero. Pero, a partir de los vínculos políticos que la administración pudo construir, los proyectos grandes se encaminaron y, lo más importante, se concretaron.

 

Participación y desarrollo del cinturón verde

Los productores hortícolas son, siempre, una parte fundamental e irremplazable de los mercados mayoristas. De hecho, suele decirse que sin ellos y sus productos, no hay mercado posible. Por supuesto que Río Cuarto no es una excepción a esto, pero ¿qué representación y participación tienen a la hora de tomar decisiones?

Hoy, en la mesa chica del directorio riocuartense, se sientan operadores y representantes del sector público. La representación de los productores hortícolas es prácticamente inexistente. Al mismo tiempo, entre ellos, tampoco se encuentran nucleados en una organización o asociación a los fines de potenciar el desarrollo del sector. En términos formales y organizativos, cada uno cuida su quinta.

“Estamos trabajando para subsanar una diferencia que existe entre productores y operadores porque consideramos que es necesario que participen. En esta gestión uno de los ejes a laburar es el vínculo con el cinturón, porque tenemos claro que si mejora el cinturón mejora el mercado”, dijo Guevara.

En paralelo,  un quintero del mercado habló con este medio y dijo: “Entre nosotros, los productores, tiramos todos para el mismo lado. El problema es que muchas veces la dirección toma decisiones o impone normas en las que nosotros no estamos de acuerdo, pero no nos queda otra que aceptar eso. El ingreso principal del mercado somos los productores y muchas veces no nos tienen en cuenta para tomar decisiones. A veces pareciera que les importa más acomodar a los compradores, que a nosotros que somos los que todos los días abastecemos al mercado. Antes teníamos representantes dentro del directorio, pero ya no hay nadie”.

 

Hoy el sector hortícola de Río Cuarto cubre aproximadamente de 500 hectáreas, pero hace unos años la superficie y la cantidad de horticultores era mayor. De hecho, hace un tiempo hubo productores que incursionaron en la fruticultura aunque el avance del agro extensivo sobre la frontera agrícola, con cultivos como soja o maíz, limitaron su desarrollo.

También influyeron las nuevas logísticas del comercio de frutas: antes ingresar a la ciudad frutas de otras provincias era imposible y hoy es una práctica recurrente y rentable en términos económicos.

"El ingreso principal del mercado somos los productores y muchas veces no nos tienen en cuenta para tomar decisiones"

Los productores hortícolas que subsitieron han logrado, en la misma cantidad de hectáreas, aumentar los rendimientos. También lograron una tecnificación importante con ayuda y acompañamiento del MARC,  mediante el cual se colocaron mallas antigranizo e invernaderos. Hoy más del 20% de las hortalizas en el cinturón se realizan en superficies protegidas. Esto hizo que la rentabilidad de algunos productores aumentara y pudieran crecer.

“Al mercado suele venir gente de otras regiones en búsqueda de hortalizas locales. Incluso hay productores que hacen envíos de tomate a Buenos Aires y a Córdoba en algunas épocas. Esto nos hace ver que como mercado no nos podemos dedicar solamente a administrar espacios, tenemos que ser conscientes de que generamos desarrollo socio-económico”, manifestó Ernesto Guevara.

 

"Como mercado no nos podemos dedicar solamente a administrar espacios, tenemos que ser conscientes de que generamos desarrollo socio-económico” Ernesto Guevara

Escenario comercial en el MARC

Durante los últimos dos años la actividad dentro de los mercados se modificó. Los motivos están a la vista: una crisis sanitaria que cambió la dinámica de las ventas y los hábitos alimenticios, y por otro lado la economía nacional que hasta el día de hoy obliga a los consumidores a elegir qué comer y qué no. En esta ecuación, las frutas y las verduras suelen quedar relegadas.

En este marco, los operadores y los productores del MARC sufrieron los cambios. Para bien y para mal. En el escenario post-pandemico los trabajadores del mercado aseguran casi de forma unánime que las ventas no son las mismas que en años anteriores. Los resabios de la crisis y la falta de liquidez hicieron que lejos de normalizarse las ventas en relación al 2019, cayeran.

A eso se le sumaron las variaciones climáticas que tuvieron un impacto directo en los cultivos del cinturón verde. Como consecuencia, los precios de algunos productos se dispararon. Sin embargo, en algunos casos como la papa o los cítricos los valores siguen bajos y seguirán manteniéndose así en el corto plazo.

“Nosotros somos especialistas en cítricos y durante el verano tuvimos picos muy altos de venta porque son productos que se consumen mucho, aunque la oferta sea menor en esa estación. Pero, a pesar de que con la pandemia el consumo de vitamina C aumentó, llegó el otoño y hasta la primavera vendimos poco. Lo mismo a fin de año, que suelen ser épocas fuertes para los mercados, tampoco las ventas fueron muchas. A eso se le suma que en nuestro caso el valor de los cítricos son muy bajos y nunca repuntan”, comentó a InterNos Carolina Brian, operadora del mercado e integrante del directorio.

Otro de los aspectos que se modificó es la manera en que los operadores y productores venden. Los canales digitales se incorporaron a la diaria de los mercados y aparentemente ya no hay vuelta atrás. Hoy vender por Whatsapp forma parte de la realidad de los concentradores mayoristas y los beneficios son muchos.

“Nos permite hacer un trabajo más prolijo y ordenado, mejoró la dinámica de trabajo y la disponibilidad de tiempo.  Antes se empezaba  a vender a las tres de la tarde aproximadamente y ahora desde las ocho de la mañana estamos tomando pedidos. Nosotros aproximadamente el 60% de las ventas las hacemos por Whatsapp”, afirmó Gustavo Sereno, operador del mercado hace 29 años.

Otros operadores, como Leandro Calvo, relacionaron la incorporación de los nuevos canales de comunicación con el recambio generacional que se da dentro de los mercados. O mejor dicho, el recambio que debería darse naturalmente. “La mezcla de la juventud y  experiencia es lo que más le aporta al sector, por eso es importante que se produzca un recambio generacional. Hoy es preocupante ver que somos unos pocos los jóvenes que nos involucramos”, comentó el operador y representante del MARC en Fenaomfra (Federación Nacional de Mercados Frutihortícolas)

Además, agregó: “La renovación generacional también abre la puerta a que se incorporen al mercado nuevas tecnologías, otros sistemas y otra forma de trabajar. Son herramientas que la pandemia nos demostró que tienen que estar y sino quedás relegado”.

 

Alianzas para construir futuro

A pesar de estar en una zona donde la actividad frutihortícola no abunda, el  mayorista de Río Cuarto crece a pasos agigantados.

Pero todavía le quedan metas por cumplir y aspectos que mejorar. Por ejemplo, realizar mejoras dentro del mercado, como reacomodar el tendido eléctrico, centralizarlo; mejorar la accesibilidad a las cámaras de frío subterráneas; hacer arreglos en los sanitarios y seguir optimizando la fachada para beneficiar a puesteros y productores, que en definitiva son quienes todos los meses aportan un canon para comercializar.

“Uno de los problemas que tenemos hoy, a mi criterio, es que nos empezó a quedar chico el predio. Hay días en que vienen muchos camiones y se nos complica el tráfico. Se nos dificultan las cargas y las descargas de los puestos”, comentó Carina Luján, vicepresidenta actual del mercado.

"Nos empezó a quedar chico el predio" Carina Luján

Otro de los proyectos, y quizás el más ambicioso, es la posibilidad de transformar el laboratorio bromatológico. “Implica cambiarlo desde lo estético, hasta la accesibilidad. La idea es hacerle una salida a la calle para que pueda establecerse como un laboratorio regional y/o provincial. Estamos teniendo una gran demanda del sector industrial y eso genera buenos ingresos para el mercado, tenemos que aprovecharlo”, dijo Guevara.

Vale mencionar que hoy el concentrador cuenta con un laboratorio propio que analiza la calidad de los alimentos que ahí se comercializan y presta servicios al municipio como laboratorio bromatológico. Por lo tanto, modificar su funcionamiento implicará muchos cambios a nivel estructura y organización. Además, deberán ponerse en marcha las negociaciones con el sector público para determinar cuál de las partes se hará cargo de los recursos humanos y materiales que se necesiten.

La gestión del Mercado de Río Cuarto asume que aún hay que buscar proteger a quienes trabajan todos los días en el predio. Las condiciones laborales de los changarines, como en la mayoría de los concentradores, continúa sin resolverse. Hay que decir que los changas o trabajadores "libres" no mantienen en realidad un vínculo de trabajo ni de servicio para con las adminsitraciones de los mercados, si no para con los puesteros, productores y verduleros, pero en general las administraciones de los mercados suelen tenerlo como un pendiente a resolver en sus agendas como parte del rol social que estas centrales tienen de cara a la sociedad.

Actualmente la administración lleva adelante un registro anual de los operarios de carga y descarga que trabajan en el mercado con el objetivo de relevarlos y  conocer quiénes son, de donde vienen o contar con datos personales ante cualquier eventualidad. Pero, según dijo Alejandro Arrieta, “ellos no están organizados entre si y son trabajadores independientes para el mercado”. En definitiva, con poca o mucha predisposición, los changarines siguen en la lista de espera.

“Hace poco renovamos las concesiones y con el total que recaudaremos pensamos concretar varios proyectos. Tenemos realizados varios convenios y acuerdos con los cuales financiaremos obras, entre ellos uno con la Agencia Nacional de Seguridad Vial (vinculo logrado gracias al municipio de la ciudad) que tendrá una oficina en el predio y con sus aportes podremos concretar cocheras y sanitarios nuevos.  Es importante decir que todas y cada una de las decisiones se tomarán junto a los operadores, que en definitiva son quienes integran el mercado y saben qué se necesita”, detalló Ernesto Guevara.

Como lo relató el presidente, el 2022 será para el Mercado de Abasto de Río Cuarto (MARC) un año movido. Pero además de concretar obras y mejorar sus instalaciones, los representantes del mayorista tendrán que sentarse a debatir sobre el destino que tomarán los mercados frutihortícolas en términos organizativos, políticos y diriganciales. Sobre todo este último punto, teniendo en cuenta que de acá en adelante hay muchas decisiones por tomar y todavía, en la mesa de discusión, faltan protagonistas.

 

 

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