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Comercialización

El impacto de la sequía en los citrus de Corrientes: "La producción de este año será de poco tamaño"

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|Corrientes|

Los incendios en Corrientes fueron devastadores: afectaron a más de un millón de hectáreas, lo que representa el 12% del territorio. Sin embargo, el otro gran daño que sufrió -y sufre- la provincia es la sequía. La sostenida falta de lluvias -a excepción de las precipitaciones salvadoras de fines de febrero que trajeron paz a los bomberos- son un problema silencioso que los productores de la región sufren desde hace muchos meses.

Corrientes tiene alrededor de 30.000 hectáreas de citrus, divididas en dos cuencas. Una, la cuenca norte, con unas 9.000 hectáreas, donde se hace principalmente limón. Luego está la región sur, con Monte Caseros y Mocoretá como localidades centrales, con unas 21.000 hectáreas de citrus dulce, sobre todo mandarina y naranja.

“En caso de incendios hubo algunas plantaciones, pocas, que fueron afectadas. Pero lo que sí afectó a toda la actividad fue la sequía. El problema más serio es la falta de agua. Eso hará que la producción de este año, en general, sea de poco tamaño. La fruta necesita cierto calibre para ser comercializada en fresco. Y al no tener ese tamaño, se pierde o va a industria”, dijo a Revista InterNos Miguel Rosbaco, productor e integrante de la comisión directiva de la Asociación de Citricultores de Monte Caseros.

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Según explicó Rosbaco, desde hace dos o tres años la zona “tiene un régimen de lluvia inferior al promedio”. La campaña pasada esto se agudizó. De septiembre de 2021 a enero de 2022 llovió muy poco. Casi nada.

"Hay que tener en cuenta que el régimen pluvial de la región es de 1200 milímetros anuales, lo que da un promedio de 100 milímetros mensuales. En los últimos tres meses llovieron apenas 50 milímetros. Recién en la última semana hubo algo de alivio”, dijo Rosbaco.

El productor y dirigente estimó que, en la provincia, cerca del 30% de los productores citrícolas cuentan con sistemas de riego por goteo mediante los cuáles reducir el impacto. Sin embargo, aclaró que “no es igual a cuando llueve, porque la planta tiene un sistema radicular que necesita precipitaciones”.

La sequía tendrá repercusiones directas en el precio de la fruta que perciban los agricultores. “Habrá una diferencia importante porque nuestra fruta, en general, se acondiciona para la exportación o para el consumo interno en fresco. La falta de agua afecta el crecimiento y el tamaño. Eso repercute en el destino. La que no se pueda comercializar en mercado interno o exportar, terminará en la industria. Se estima que será un 50% de la fruta. Y la industria paga un precio inferior”, señaló Rosbaco.

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Foto: Norte Corrientes

No obstante, para el productor la menor cantidad de fruta que pueda aportar Corrientes al mercado fresco interno no debería afectar el precio que se pague por el producto a nivel minorista. “Al haber mucha fruta con poco tamaño, muchos productores mandarán igual su producto a mercados locales. Distinto es cuando no hay fruta. Allí sí aumenta el precio por una oferta menor”, detalló.

Finalmente Rosbaco señaló que la otra gran preocupación del sector citrícola -y frutícola en general-  es el mercado de exportación. Como contamos en esta nota, el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia dificulta los envíos hacia este último, que es un gran comprador de citrus, peras y manzanas argentinas. “Rusia también es un mercado de insumos para nosotros. Gran parte del fertilizante que ingresa a la Argentina viene desde allí”, expresó el dirigente.

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