Mala temporada para el Tomate platense: suspendieron una tradicional fiesta por la baja producción

|Buenos Aires|

El producto estrella del cordón frutihortícola del Gran La Plata no exhibió el rojo intenso que lo caracteriza. El tomate platense faltó durante todo el verano (salvo algunos días en diciembre) y verlo a más de $200 se hizo costumbre para el consumidor. La máxima “cuando ingresa el de la zona, el precio baja” no se cumplió en los primeros meses del año.

Las caídas en la cosecha aumentaron los precios del fruto, y los productores no son optimistas sobre el ingreso de nuevos ejemplares en la entrada del otoño.

La gravedad de la crisis productiva terminó en la suspensión de la tradicional Fiesta del Tomate, desarrollada cada año en Los Hornos. El Grupo de Productores de Tomate Platense, conformado por cultivadores de Etcheverry, Colonia Urquiza y Olmos, anunció: “No quisimos hacer una fiesta del tomate sin tomate, por eso la suspendimos”.

El evento celebrado todos los veranos reúne a productores hortícolas del “cinturón verde” platense para que exhiban sus tomates y abran las puertas a la comunidad. Pero para realizar la fiesta los organizadores del evento debían disponer de al menos 300 cajones de tomates seleccionados: este año no llegaron ni al 10% de esa cantidad.

“El calor fuerte que comenzó en las últimas dos semanas de diciembre y que se extendió hasta mediados de enero aceleró la maduración del fruto hasta echarlo a perder porque se secaron las plantas”, reveló a El Día Isabel Palomo, productora frutihortícola.

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El clima y los costos: los responsables de la merma productiva

Lo que preocupa a los productores es que cada vez cultivan menos. Salvador Vides, productor de la zona de Abasto y dirigente de la Asociación Platense de Horticultores Independientes (APHI), dijo que la campaña 2021/22 en su quinta fue un 25% de lo que cosechó 10 años atrás.

“En mi caso y en la mayoría de los productores medianos hay una cuestión estrictamente económica, principalmente en la brecha del dólar que nos impacta de lleno. Los insumos cotizan al ritmo del blue, pero la venta no. Entonces se decide arriesgar menos”, sostuvo Vides.

La devaluación y la suba en los precios del dólar repercutieron sobre los insumos. Sin embargo, los imprevistos obligan a los productores a enfrentar una limitación doble: una es la económica, y la otra atañe al cuidado del cultivo.

Sobre este punto Vides apuntó: “Si los bichos siguen afectando llega un momento que tampoco se puede seguir aplicando venenos porque afecta a las plantas en su calidad y las deterioran en la floración y el tamaño”.

El factor económico dificultó el crecimiento de las plantaciones existentes. “Con tasas de interés que rondan el 40%, la devolución de créditos a 12 meses no se cubre con una temporada como esta y las consecuencias son terribles. Quedas endeudado y se dificulta apostar a la próxima campaña”, sentenció el productor.

Fuente: El Día

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