Connect with us

Edición 28

“A mí siempre me gustó el trabajo en equipo, participar para ayudar”

Published

on

Juan José Rivilli
Vocal en Fenaomfra

Síndico del Mercado San Miguel de Malagueño
Fecha de nacimiento: 11/03/1957
Lugar: Córdoba Capital  

José Rivilli es un hombre calmo, de hablar lento y pausado. Llegando a sus 60 años, se mudó hace poco a la localidad serrana de Tanti en la provincia de Córdoba donde tiene algunos animales y un gran parque. Con más de 40 años en el sector, Rivilli tiene dos sueños por cumplir: ver gente joven sumarse a la dirigencia de su Mercado San Miguel y ver cámaras de maduración de bananas. Está cansado, dice, aunque no por eso para. Esta entrevista se realizó en el marco de una reunión de Comisión Directiva de Fenaomfra en la ciudad de Santiago del Estero en la que dejó de lado su agotamiento para continuar apostando por el sector del cual terminó por enamorarse.

¿Hace cuánto que se dedica a esto?

Comencé de joven, con mi padre, a los 15 o 16 años, pero como no quería trabajar con él porque a esa edad todos somos rebeldes, me fui de empleado a una avícola hasta que me di cuenta que podía ganar más dinero trabajando en el puesto con mi padre que siendo empleado. Comencé a los 17 a trabajar en lo que era el antiguo Mercado de Abasto Córdoba.

¿Su padre era operador o productor?

Productor, tenían con el hermano quintas en Villa Esquiú y comercializaban las verduras en el viejo Mercado de Abasto de Córdoba y después cuando fallecieron mis abuelos, se dividieron eso y mi padre quedó como operador del Mercado y mi tío no quiso saber más nada con el campo. Cuando se creó el Mercado nuevo, nosotros no pudimos adquirir un puesto. En 1988 justo antes de que inauguraran el Mercado nuevo, mi padre falleció. No pudo conocerlo. En ese ínterin, teníamos de vecino a Mario Biase que tenía una quinta en Villa Retiro. Como yo quedé sin trabajo una vez que cerraron el mercado viejo, medio en la pampa y la vía, Biase me ofreció ayudarlo en el Mercado nuevo, en la comercialización. En ese entonces me había casado hacía poco, tenía dos chicos y 26 años. Mi señora estaba estudiando fonoaudiología y se nos puso muy difícil. En el transcurso de ese año, se abre la cooperativa del Mercado de Malagueño con socios que tenían capital. Yo no tenía mucho pero Biase me dijo “nos vamos a abrir. Vos te vas a la playa de quinteros de Malagueño y todo lo que hagas es tuyo”. Al poco tiempo, él dejó de trabajar. En ese entonces para poder ingresar la verdura, tenías que presentar una carpeta como quintero –que yo no tenía- pero tenía muchos contactos que me ayudaron. Ahí comencé a trabajar por mi cuenta. Estuve haciendo eso dos años hasta que pude juntar el capital necesario para poder comprar un puesto y ahí ya cambió la historia. Dejé la verdura y comencé a dedicarme a la banana. Siempre, siempre tuve la visión de hacer cámaras para madurar en el mercado. Hasta el día de hoy no las han hecho. Yo siempre se los proponía a los otros socios –que en ese entonces eran mayores que yo- y no querían. Sigo insistiendo hoy, para mi es una de las grandes falencias de nuestro Mercado.

¿Sus hijos se dedican a esto?

Mis tres hijos son profesionales. A uno de ellos, Matías, no le gusta para nada el Mercado, es ingeniero en electrónica. El segundo estudió y se recibió de Marketing de Empresas, que yo pensé que se iba a dedicar a lo suyo. Nunca pensé que se fuera a dedicar al Mercado. Y el más chico, es profesor de Educación Física y estaba trabajando en una escuela privada en Carlos Paz. Llegó un momento que yo ya estaba muy cansado y comencé a comercializar huevos. El más chico, Pablo, venía a la tarde al Mercado y empezó a entusiasmarse. Estuvo como un año y medio y se entusiasmó. Yo le decía que no dejara lo suyo, que él era profesional, no como yo que tengo hasta tercer año. Y así se fue interiorizando hasta este momento. Se entusiasmó tanto que crecimos y crecimos. Luego vino Lucas a ayudarnos y crecimos tanto que ya nos faltó espacio y le dije: mirá vos podés comercializar acá si querés, en tu propio puesto. Justo había puestos disponibles. Y se me ocurrió a mí que podríamos vender bebidas y algunos víveres. Hoy ha alquilado en el galpón, por fuera de la nave frutihortícola y yo estoy con Pablo en la parte avícola.

¿Por qué decidió ser un dirigente?

Hacían las reuniones de los socios, un día subí a una y me entusiasmé… En realidad no me entusiasmó, me di cuenta que había poca gente y no le ponían muchas pilas. A mí siempre me gustó el trabajo en equipo, participar para ayudar, como lo de las ideas de las cámaras, siempre tengo esa visión para que el sector crezca. No tengo la colaboración de mis hijos para la parte de la gestión, no se interesan ellos…

¿Por qué creen que pasa esto?

¿Sabés que me han dicho? Ustedes son gente muy vieja… Y con más razón pienso yo. Hay gente joven en varios puestos y yo los pincho para que se armen una Comisión Directiva con gente joven, los incentivo. Ellos dicen que tenemos ideas viejas, puede ser, pero entonces ellos deberían intentarlo. Hasta el momento, no puedo conseguir que se sume esta gente más joven. Siempre está eso de no sumarse, de no participar de las reuniones. En este momento somos 12 los integrantes de la Comisión Directiva y solo somos 4 los que participamos en todas las reuniones. Es una lástima, no sé por qué la gente joven no se suma, están las puertas abiertas para todos los que quieren participar.

¿Cómo decidió sumarse a Fenaomfra?

La invitación fue de Juan Perlo y de Osvaldo Berra. A Berra lo conocí de la época en la que tenía quinta, hicimos una buena amistad, yo sabía ir a comprarle verdura, nos reuníamos con las familias. Así lo conocí y el me invitó para una de las reuniones. Eso es otra cosa que no hay interés, no hay caso de traer otro de la Comisión Directiva. A mí me interesa porque es crecimiento para todos, para todo el sector y los mercados. Realmente espero estar para ver cuando la gente joven se entusiasme.

¿Cuáles considera fueron los mayores logros de la Federación?

A mí me impactó mucho el tema de la quita del IVA que se logró con el ex presidente Manessi. Eso me llamó la atención de cómo se pueden conseguir cosas si estamos juntos. Las capacitaciones también me parecen importantísimas. Para mí sería significativo hacer la capacitación en Malagueño, somos pocos pero les serviría mucho a los operadores.

¿Cuáles son las fortalezas y debilidades del sector?

Las debilidades tienen que ver con una sola cosa: la falta de unión entre los mercados. La fortaleza puede ser la gente que forma parte del sector, gente que quiere emprender, que quiere crecer. Tenemos que seguir trabajando por la unión. Lo que nosotros comercializamos es bueno para la salud, pero es difícil que la gente tome conciencia de la importancia de consumir frutas y verduras. Comemos mucha chatarra y no nos podemos concientizar en que tenemos que comer más sano. Es duro el argentino para entender eso.

¿El trabajo lo define?

De más chico creo que me hubiera gustado hacer otras cosas. En una época me gustó mucho jugar al fútbol y tuve posibilidades de ir a jugar a otros lados, pero mis padres no me dejaron. Ellos veían al fútbol como algo de mala junta. Al final, se me pasaron los años y me terminé dedicando a esto y hoy sí creo que me define. Después me gustó y me enamoré de esto, si no, hoy no estaría participando de estas reuniones.

¿Cuál es su idea de la fidelidad?

Es la base de todo. El ser fiel es muy importante. A mi edad, hay días que no me dan ganas de serle tan fiel al Mercado y me pego un faltazo, sobre todo los lunes a la madrugada, (risas) entonces van mis hijos por mí.

¿Qué lo hace reír?

Los chistes a lo cordobés. Cuando vas al mercado, por más amargado que estés, escuchás un chiste cordobés y te cambia el humor, te hace rejuvenecer. El Mercado es alegría.

¿Su virtud más valorada?

Para mí es el contacto con la gente, siempre me ha gustado el diálogo con la gente, el aprecio ante el otro, dedicarle una charla.

¿Cuál es el defecto que más le molesta en Ud.? ¿Y en los demás?

El defecto que más molesta mío es que a veces estoy mal humorado por la rutina que me cansa mucho. Mi carácter ha ido cambiando por el cansancio. Igual, creo que mi peor defecto es no poder quedarme callado. En los demás, me molesta la gente que ha perdido la educación, la gente que no saluda, me molesta muchísimo la gente que no saluda. Yo por más malhumorado que esté, no dejo de saludar.

¿Qué talento le hubiera gustado tener?

Me hubiera gustado perfeccionarme en algo artístico. También hubiera querido dedicarme más a la parte espiritual. Nunca es tarde, quizás ahora me pueda dedicar a esto.

¿Tiene algún héroe o persona que admire?

¿Sabés qué pasa? Hay gente que ha llegado a logros muy grandes y después me ha decepcionado como Maradona que fue lo mejor en el deporte pero después me decepcionó como persona. Acá en Argentina, Agustín Tosco me parece una persona muy interesante, defendió mucho a los trabajadores. Para mí fue muy importante en Córdoba y para el país.

Un sueño por cumplir…

Ver cámaras en el Mercado de Malagueño y traer bananas de Brasil, Bolivia, Ecuador. Espero verlo antes de que me muera. Se lo comenté a mis hijos y lo comenté también a otra gente de la cooperativa. En lo personal, me gustaría ir a un safari en África y conocer animales salvajes. Me gustan mucho los animales.

Advertisement

Lo más leído