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Edición 25

“Uno siempre tiene la esperanza de cambiar algo”

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Daniel Orlando Brandolín
Vocal en Fenaomfra
Fecha de nacimiento: 16/04/1969
Paraná, Entre Ríos

Daniel Brandolín tiene 46 años, 30 como operador en el Mercado de Paraná. Fue presidente del Mercado El Charrúa SA durante ocho años. Comenzó su camino en la dirigencia a los 34 años, con la esperanza de alcanzar mejoras para el sector al cual pertenece desde antes de nacer. Sus padres y sus abuelos fueron productores en la misma tierra que hoy él trabaja. Casado y padre de tres hijos, se dedica de lleno a la producción en su quinta y hace unos tres años decidió aportarle valor agregado a su producción, desarrollando productos de cuarta gama que comercializa en Entre Ríos y Santa Fe. Su quinta se encuentra a dos kilómetros del mercado en la misma Paraná que lo vio nacer.
Brandolín es calmo, escucha con atención y –como él mismo lo dice- se toma su tiempo para pensar cada respuesta. Eso es lo que le ha permitido llegar hoy a donde ha llegado. Al finalizar la entrevista, nos muestra las tierras que han comprado donde planean instalar el predio del mercado nuevo y cuenta con entusiasmo lo importante que sería poder trasladar el mercado actual hasta allí. Es que es ese uno de los sueños que le queda por cumplir, ver el mercado nuevo funcionando.
¿Hace cuánto que se dedica a la actividad frutihortícola?
Me dedico desde chico. Viene de mi abuelo, mi padre y yo que seguí. Viene desde ahí la agricultura. Produzco todo de hoja más calabaza, zapallitos, morrones… Las tierras eran de mis abuelos. Empecé de chico ayudando a mi padre como todos, después deje de estudiar porque no me gustaba mucho la escuela y me dediqué de lleno a la quinta.
¿Cómo fue el proceso de “traspaso” de la responsabilidad de la quinta desde su padre hasta usted?
Fue por algo natural de la edad, como mi abuelo se lo fue dejando a mi padre, mi padre hizo lo mismo conmigo. Poco a poco me fue dando responsabilidades hasta ser socio y hoy pase a ser el dueño, si se quiere entender así.
¿Su familia también se dedica a esto?
No, mis hijos son chicos. Tengo dos nenas que estudian 19 y 15 y el niño tiene 12 aún es pequeño. La más grande ya está en la facultad, por ahora no les interesa. Después se verá, que los chicos decidan. Que estudien y que decidan lo que quieren ser cuando sean grandes.
¿Cómo decidió acercarse a la dirigencia? ¿Qué significa ser dirigente?
Pensando en ayudar al sector. Es un sector muy golpeado, no sé si olvidado es la palabra, pero cuesta mucho y los que estamos sabemos lo que cuesta. Van desapareciendo los productores por una cuestión de edad, porque ya no conviene… Sentí la necesidad de cambiar algo. Cuando uno es más joven siente que puede cambiar las cosas y después se da cuenta que no se puede, tal vez se puede ayudar a cambiar un montón de cosas. Uno siempre tiene la esperanza de cambiar algo por lo menos.
¿Cómo se integró a la dirigencia del mercado El Charrúa?
Tenía 35 o 36 años. Había un cambio de generación y había tres o cuatro jóvenes en ese momento que estábamos dentro del grupo que queríamos cambiar un poco el rumbo de esto, y fui elegido. Fue muy lindo, muy interesante, se hicieron muchas cosas, al menos eso pienso, pero al final me cansó. Estuve 8 años.
¿Cuándo decidió integrarse a Fenaomfra?
En realidad, cuando asumí como presidente ya estábamos asociados a la Federación. A partir de que nos hicimos cargo tal vez comenzamos a participar un poco más, a integrarnos, para conocer otros mercados, para conocer cómo se trabaja en otros lugares. Creo que estábamos muy encerrados en nuestro propio mercado sin conocer otros lugres, otros mercados. Y también pudimos rescatar buenas experiencias que se pudieron aplicar acá en su momento.
¿Cuáles considera que han sido los logros de Fenaomfra en los últimos años?
Creo que poder integrar a la mayoría de los mercados, cuando yo me integré no había tantos mercados. Con el correr del tiempo se logró que hubiera más instituciones y a partir de ahí se debate mucho y se piensan en posibles soluciones para los problemas del sector. También poder ir a tocar las puertas a nivel nacional con el peso de la Federación creo que es muy importante.
¿Cuáles son las fortalezas y debilidades del sector?
La unión es una fortaleza pero a su vez está la falta de comunicación como debilidad. Nos falta más comunicación todavía. A veces nos pasa que estamos un poco alejados entre nosotros y por eso es necesario juntarnos un poco más, pelear un poco más para poder ir a reclamar al gobierno.
¿Su trabajo lo define? ¿Alguna vez pensó en dedicarse a otra cosa?
La verdad, cuando era joven jugaba al fútbol. Jugué hasta los 18 años y esa era mi pasión pero me hice mal la rodilla y se me acabo la carrera. Quizás podría haber sido jugador…
Pero al productor uno lo lleva en la sangre entonces me cuesta que digan Daniel Brandolín y que no sea el productor. Ya cuando uno lo lleva muy en la sangre es muy difícil pensarse por separado de lo que uno hace. Es muy difícil hacerse de la nada productor, uno tiene que nacer.
Es un trabajo muy difícil y muy lindo para los que estamos. Es muy difícil para mí pensar en dejar de hacer lo que yo hago. Si bien yo hoy le agrego valor agregado a mi producción, yo nunca dejaría la quinta, para mí es como una terapia. Yo era productor y operador del mercado y eso te da la ventaja de poder defender tu producto. Los operadores defendemos nuestros productos y eso es una ventaja enorme, muy buena.
¿Cuál es su idea de la fidelidad?
Si uno va por el lado de la verdad, por el lado derecho digamos siempre a la larga uno tiene la recompensa, en todos los sentidos de la vida.
¿Cuál es su virtud más valorada?
Ahí me mataste (se ríe), la verdad no se… A mí me gusta escuchar, me gusta escuchar mucho, me tomo mi tiempo… a veces mi señora se enoja (risas), pero me gusta escuchar, mirar, aprender. Tomarme mi tiempo en contestar a veces me ha salvado de situaciones medias complicadas. Cuando uno se toma su tiempo para pensar qué responder siempre es mejor.
Además, siempre trato de estar informado, siempre investigando, innovando porque el mundo va cambiando continuamente. Por eso empecé con el tema de las ensaladas porque la verdura cruda ya casi no se consume, ya la señora grande va a buscar algo más practico sin tener que pelar o lavar. Pero quieren seguir consumiendo verduras. Comencé por necesidad, por lo golpeado que estaba el sector. Y la verdad es que funciona, por lo menos hasta ahora.
¿Qué talento le hubiera gustado tener?
Tal vez hubiera deseado ser más comerciante. Igual, creo que todos de una forma u otra tenemos algún talento, aunque a veces no lo podamos ver. Necesitamos talento para llegar a donde estamos, algunos lo tendrán más desarrollado y otros menos.
¿Qué le defecto le molesta?
Lo que más molesta es la falta de unión, de preocupación, de quererse juntar, no solo ente los productores sino también a nivel mercado. Nos cuesta muchísimo podernos juntar hasta para comer un asado. Cuesta reunirse. Y a veces en esas reuniones es donde comienzan las ideas. Y eso es una de las cosas que no me gustan, la falta de preocupación para resolver los problemas, de ver qué hacer para estar mejor. Lo que a mí me gustaría es que se sume más gente, que se sume gente joven.
¿Tiene alguna persona que admire?
No sé… Admiro mucho a la gente que labura, que se levantan a las 4 de la mañana, a las 5 de la mañana –como los de este mercado- admiro a los que siguen trabajando por años y años. Y a mi padre que me ha dado la educación y el trabajo.
¿Tiene algún sueño por cumplir?
Ver un mercado nuevo, ese es uno de mis sueños. Creo que lo necesitamos. No sé si lo vamos a ver. Como operador de casi 30 años me gustaría ver un mercado nuevo funcionando bien. Y en lo personal, la familia que es lo más importante. Pido que los chicos puedan estudiar y llegar a lejos. Más de eso no necesito. También pediría ir a ver a River a Japón pero no creo (se ríe).

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