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Producción

Menores volúmenes y hectáreas sembradas para el tomate industria

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|Argentina|

Un informe elaborado por la Asociación Tomate 2000 y el INTA dio a conocer que durante la campaña 2018-2019 la producción de tomate industria alcanzó las 395.000 toneladas, lo que representa un 10% menos respecto a las 436.000 de la temporada anterior (41.000 toneladas menos).

Situada en los valores de la última década la campaña actual aparece dentro de los promedios históricos, que tuvieron su pico más alto en el año 2015. Sin embargo, los volúmenes producidos por el sector atraviesan su segundo año de caídas consecutivas desde 2017.

Fuente: Programa para el aumento de la competitividad de la industria del tomate

Otro dato importante que señala el documento es la reducción del área total sembrada (que abarca las provincias de Mendoza, San Juan, Río Negro, La Rioja y la región del NOA) que pasó de 6.232 a 5.512 hectáreas en el último año y continúa con una tendencia a la baja desde el 2016 -a excepción de 2018 donde los valores se mantuvieron relativamente estables-. Este indicador es actualmente el más bajo de los últimos diez años.

Cosme Argerich, ingeniero agrónomo del INTA y asesor técnico de Tomate 2000, explicó a InterNos que el principal factor de este achicamiento se atribuye a la descapitalización de los productores y de los industriales. Mientras que los primeros no poseen acceso al crédito –o disponen de él a tasas muy elevadas-, los segundos encuentran grandes dificultades para apoyar financieramente la realización del cultivo. Esto dificulta la permanencia en una actividad que requiere un alto grado de tecnificación e inversión sostenida en el tiempo. Cabe recordar que en muchos casos el costo de la producción de una hectárea de tomate lo aporta en un 50% el industrial y en otro 50% el productor.

Fuente: Programa para el aumento de la competitividad de la industria del tomate

“Los pocos productores que van quedando son empresarios exitosos en la gestión que no necesitan de financiamientos de bancos o de la industria para seguir trabajando”, explica Argerich, quien además de integrar Tomate 2000 es uno de los responsables en la redacción del documento.

Además de la falta de financiación, se mencionan los efectos negativos causados por una gran tormenta de granizo en el norte de Mendoza en la que se afectaron 450 hectáreas en distritos de Lavalle principalmente y lluvias en diciembre y enero en San Juan que mermaron significativamente la producción.

Otro de los inconvenientes que plantea el ingeniero agrónomo es la importación de lo que se conoce como la “pasta” de tomate para industria, a la cual se le hace un reprocesado antes de ser distribuida para consumo interno. La posibilidad de las empresas de importar la materia prima “lista”, en un corto período de tiempo y sin preocuparse por el proceso productivo, es otro de los factores que paulatinamente va desplazando a los productores de la escena. Actualmente la producción nacional está muy por debajo de la demanda interna y la diferencia se cubre con importaciones. Se estima que este año ingresarán 25.000 toneladas de pasta para satisfacer el consumo.

Lo que sí creció en 2019 fueron los rendimientos productivos: a nivel país se alcanzaron las 76 toneladas por hectárea; un 8% más que las 70 toneladas por hectárea del 2018 y muy cerca de los valores máximos alcanzados en el año 2017, con 77 toneladas por hectárea. Esto significa que a pesar de reducirse el área sembrada, hubo un aumento de productividad por hectárea.

Fuente: Programa para el aumento de la competitividad de la industria del tomate

Dicho aumento puede leerse como consecuencia de una correcta planificación en conjunto entre la industria y el productor. También en la tecnificación, la aplicación de Buenas Prácticas Agrícolas, el manejo del suelo y malezas, la mecanización de la cosecha. En este sentido, Argerich destacó el trabajo conjunto que llevan adelante la Asociación Tomate 2000 y el INTA para la permanente capacitación y actualización de los productores.

Para la próxima temporada las expectativas son buenas. Se espera un aumento en la demanda de algunas fábricas que han ampliado sus programas de recepción, junto con mejores precios y una relación cambiaria favorable a la producción nacional.

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