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El agua ya cotiza en Wall Street, ¿es para preocuparse?

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|Internacional|

Se suele escuchar que el próximo conflicto mundial será por la disponibilidad de agua y, de acuerdo a lo que se conoció este lunes, no estamos muy lejos de eso. Finalmente, después de muchos rumores y especulaciones el agua comenzó a cotizar en el mercado de futuros de Wall Street. ¿Qué significa esto? Que a partir de ahora el precio de este recurso fluctuará de la misma manera que lo hacen el petróleo, el oro o el trigo.

La acción se llevó a cabo luego de que la escasez de agua en California, Estados Unidos, aumentara y el precio del recurso se duplicara el último año. A partir de la información que compartió Forbes, el precio del agua está determinado por el índice Nasdaq Veles California Water Index, con el “ticker” NQH2O que se basa en un indicador de precios de los futuros del agua en California. Hasta este lunes, el precio del agua en esa región cotizaba a unos US$ 486,53 por acre-pie, una medida de volumen utilizada en Estados Unidos que equivale a 1.233 metros cúbicos.

Según Chicago Mercantile Exchange (CME Group), los nuevos contratos permitirán una mejor gestión del riesgo asociado a la escasez y una mejor correlación entre oferta y demanda en los mercados. De esta manera agricultores, fondos o municipios podrán protegerse o especular ante los cambios en el precio del agua. Además, este índice permitirá no hacer estimaciones a ojo del precio futuro del recurso, sino que su valor se establecerá de acuerdo a las expectativas de los principales actores del mercado.

"Los futuros de Veles California Water Index (NQH2O) están aquí, la primera herramienta de su tipo para ayudar a los participantes del mercado a administrar el suministro de agua y el riesgo de la demanda", publicó CME Group en Twitter.

Vale mencionar que aunque el índice de precios esté basado en Estados Unidos, el valor establecido podrá ser utilizado como referencia en todos los mercados de agua del mundo. Estos contratos de futuros no requieren una entrega física de agua, sino que son únicamente financieros y se basan en el precio semanal promedio que se obtiene de las cinco principales cuencas fluviales de California hasta 2022.

Luego de que se conociera la decisión, el jefe global de índice de acciones y productos de inversión alternativos de CME Group, Tim McCourt, explicó que 2.000 millones de personas viven actualmente en naciones plagadas de problemas con el agua y casi dos tercios del mundo podrían enfrentar escasez de agua en solo cuatro años. A estos datos se le suma que, según Naciones Unidas, China y Estados Unidos son los países que mayor cantidad de agua consumen a nivel mundial.

Esta noticia causó muchas contradicciones en todo el globo. Por su parte, el diario El País, explicó que  lo que empezó a cotizar en Wall Street no es el agua en sí misma, sino los derechos de su uso. De acuerdo al medio español esta es una práctica que se  lleva adelante hace mucho tiempo en todos los lugares del mundo, pero hasta el momento se realizaba de manera informal.

Lo novedoso es que a partir de ahora será el mercado formal el que regule las transacciones o los intercambios que se hagan del uso de este recurso natural. Además, al formar parte del mercado de futuros, las especulaciones se harán a largo plazo y no de manera inmediata. Esto quiere decir que si una persona hoy no necesita agua, pero está interesada en garantizar su disponibilidad para un periodo de años a futuro puede hacerlo a través de estos intercambios de uso.

“Cuando se genera un derecho de uso y aprovechamiento de agua, está por un lado lo que podríamos llamar la vía del recurso natural, la más importante, el agua que permite mantener caudales ecológicos, recargar acuíferos, abastecer ciudades como Los Ángeles, regar campos de cultivo… Y, por otro, hay una vía que es estrictamente financiera: se ha generado un título, que se convierte en un activo financiero”, explicó Gonzalo Delacámara, director de Economía del Agua en el Instituto Imdea de España. Lo que el especialista detalla es que desde ahora podrán existir personas que quieran intercambiar derechos de uso del agua para regar cosechas y también, por supuesto, otras personas que lo que busquen sea ganar dinero con esos activos financieros basándose en un recurso natural.

“En teoría, de esta forma lo que estás haciendo es generar incentivos para que la gente sea más eficiente porque los derechos excedentarios de agua los puede llevar al mercado. Estos mercados de derechos pueden ser una herramienta de conservación, si se utilizan bien, lo que no siempre ocurre”, aclaró el experto español.

En este escenario surgen varias preguntas, pero como para empezar: ¿Será la cotización del agua el primer paso para tomar conciencia sobre la explotación que el mundo está haciendo de este recurso? o ¿Esta acción es la puerta de entrada para que algunos pocos hagan negocios con un bien público, tan importante para la humanidad? Todavía no tenemos las respuestas. Pero, lo cierto es que en un año donde las emergencias ecológicas y sanitarias nos exigen cambios inmediatos, no está de más empezar a pensar qué clase de consumo realizamos y qué tipo de cuidado le damos a los recursos finitos con los que contamos.

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