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Política Sectorial

Vitivinícolas cuestionan el funcionamiento de COVIAR

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|Argentina|

Por estos días, la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) está presentando su nuevo Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) 2020-2030, que regirá el destino de sus acciones por los próximos diez años. Sin embargo, lo hace envuelta en una serie de críticas. Muchas federaciones y asociaciones de productores volvieron a cuestionar su funcionamiento, algunas incluso desde adentro de la entidad.

A modo de ejemplo, cabe citar el caso de los productores sanjuaninos agrupados en la Asociación de Viñateros Independientes (AVI) y en la Federación de Viñateros, quienes señalaron que los objetivos propuestos por el primer plan estratégico estuvieron lejos de cumplirse.

“Con el plan pasado el objetivo era aumentar el consumo con publicidad. Bueno, en 2004 consumíamos 33 litros per cápita al año. Hoy en día consumimos 18 litros. También dijeron que iban a fomentar la integración de los productores y aplicar estrategias para que no se fundan y en San Juan el año pasado hemos perdido más de tres mil hectáreas de viñedos”, dijo a InterNos Eduardo Garcés, titular de la Federación de Vitivinícolas.

Pero la tensión no es nueva. En junio de este año algunas cámaras -tanto sanjuaninas como mendocinas- presentaron un reclamo a Basterra luego de que COVIAR incrementara, en plena pandemia, un 30% del valor mensual de su cuota. Cabe recordar que la entidad público – privada recibe apoyo estatal pero además se financia con el aporte que realizan todas las bodegas elaboradoras.

Este también es un punto de conflicto, según explica Garcés: “Ellos dicen que los aportes los hace la bodega. Sí, pero ¿a quién se lo descuenta la bodega? al productor. En vez de pagarte 10 pesos el kilo de uva, te pagan 8 porque tienen que financiar ese aporte”.

Otro de los puntos señalado por el dirigente es la falta de transparencia en el manejo de los fondos. Aquí coinciden desde Bodegas de Argentina, quienes proponen la intervención de COVIAR ante la disconformidad por el manejo de los recursos que aporta el sector.

“No sabemos qué se hace con el dinero. Yo no voy a acusar a nadie, pero creo que como parte aportante tenemos derecho a saber. Las cuentas no están claras, no hay balance”, dice Garcés.

Según cuenta el diario Huarpe, quien tuvo acceso al borrador del PEVI 2030, una de las principales diferencias es que el mismo no está estrictamente concentrado en el vino, sino también en otros productos derivados de la uva como el mosto, la uva en fresco y las pasas. En el caso de San Juan esta sería una buena noticia porque es la provincia que explota un 33% de productos no vínicos provenientes de la uva.

Sin embargo, la disconformidad de muchas entidades asociadas -y no asociadas que aportan de manera indirecta, como explica Garcés- no está en los objetivos que fije o no la COVIAR, sino en el manejo que consideran poco participativo. “Nosotros somos 20.000 productores de uva y las bodegas son 200. Entonces ¿por qué tiene que haber 85% de bodegueros? Por el contrario, debería tener un 90% de productores”.

La contrapropuesta del sector productivo sanjuanino es desentenderse de COVIAR y crear una entidad vitivinícola con un funcionamiento más transparente, que defienda los intereses del productor y que opere de forma similar al del Instituto de la Yerba Mate. “Y que los aportes que se hagan funcionen como un fondo anticíclico cuando haya dificultades para vender el vino”, concluye Garcés.

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