Peras y manzanas: un primer semestre para el olvido

|Río Negro - Neuquén|

Datos de la terminal portuaria Patagonia Norte SA (TPPN) marcan que la exportación de peras y manzanas a través del puerto de San Antonio Este (SAE) sufrió una caída del 6,4% durante el primer semestre del año, con 152.700 toneladas enviadas (equivalente a unos 130.160 pallets). Es el número más bajo registrado desde 1994, cuando la terminal elaboró su primer informe estadístico.  

Según informa el Diario Río Negro, en aquel año el puerto de SAE concretó exportaciones en torno a los 204.800 pallets. Once años después, en 2005, alcanzó su pico máximo de operaciones con 507.100 pallets embarcados. Ahora, durante los primeros seis meses de este 2021, la cifra alcanzó los 130.160 pallets. Si se la compara con la campaña del 2005, la caída es del 75%.

La construcción del puerto fue idea de un grupo de empresarios presentada hacia mediados de los 70 que, con el acompañamiento del Estado, soñaban embarcar la fruta producida en todo el Valle de Río Negro y Neuquén hacia los mercados de ultramar. El proyecto se concretó hacia principios de 1983 y permitía incorporar un eslabón clave en el final de la cadena comercial del sistema. El objetivo era potenciar la salida exportadora de la región y sumar valor agregado en origen.

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Pero desde la década del 70, la exportación comenzó a verse resentida por las políticas económicas y -por supuesto- los envíos de pomáceas no quedaron fuera de este contexto. Durante la década de los 80 se observa una fuerte desaceleración en el crecimiento de los embarques al exterior; en los primeros años de los 90 -producto de la llegada de inversiones- se observa un importante repunte en la producción y comercialización, y es a partir de 2005 donde las exportaciones por SAE comienzan su progresivo deterioro hasta hoy.

El otro golpe que recibió el puerto de SAE en estos últimos años fue el desvío de comercio que sufrió la fruta. Entre principios de los 80 y fines de los 2000 aparecieron problemas de calidad que redujo la oferta exportable en las góndolas europeas para migrar hacia otros destinos donde los precios pagados fueron menores.

Durante la temporada 2002 las exportaciones de manzana del Valle de Río Negro y Neuquén a la Unión Europea totalizaron cerca de 85.000 toneladas. En 2020 ese mismo destino absorbió poco más de 17.000 toneladas. La caída en términos relativos fue del 80% en solo dos décadas. Esta misma tendencia se observa en peras con ventas a Europa por 135.000 y 51.000 respectivamente, mostrando un desplome del 60%.

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Los números de exportación del puerto de SAE están en sintonía con una crisis generalizada en el sector, que durante los primeros cinco meses mostró números preocupantes en todos sus sectores. A la reducción en los envíos al exterior se suma un menor volumen en el mercado interno. Según datos del Senasa, se comercializaron 695.000 toneladas de peras y manzanas -en ambos destinos- más la fruta a industria. Dichos valores reflejan una caída del 11% interanual (aproximadamente 85.500 toneladas menos).

La manzana muestra la caída más pronunciada: se vendieron cerca de 254.000 toneladas, con mermas del 25% respecto del mismo período de 2020. Por caso, vale mencionar que a esta altura del año pasado el sector había exportado unas 50.000 toneladas de manzanas y, este año, el número alcanza las 36.500 toneladas. Es la cifra más baja de las últimas tres décadas en este período.

En el mercado interno, los volúmenes comercializados no son mejores. El informe marca que de enero a mayo se colocaron unas 101.400 toneladas, lo que significa una caída del 15% y cerca de 17.000 toneladas respecto al mismo período de la temporada anterior. Según señalan desde el sector, el principal motivo está vinculado a una merma en la cosecha que tuvo este año el Valle de Río Negro y Neuquén.

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En el caso de las peras la performance es un poco mejor. El informe del Senasa detalla que, al cierre de mayo, se colocaron 441.700 toneladas, lo que representa una caída interanual del -apenas- 1%. Solo  5.000 toneladas menos que en el mismo período de 2020.

En el desglose se ve una caída en las exportaciones, con 103.100 toneladas enviadas que marcaron una caída del 15% interanual. No obstante, toda la pera no exportada se redirigió al mercado interno, que mostró un crecimiento del 11%: se vendieron 71.400 toneladas de enero a mayo, con un aumento de 7000 toneladas más respecto al 2020 La industria también mostró números positivos: se mandaron 187.200 toneladas de peras, reflejando una suba del 12% (unas 20.000 toneladas).

Precios pagados en exportaciones

Respecto a los precios pagados por los envíos al exterior, la cosa no mejora. Días atrás se dio a conocer que los valores externos para peras y manzanas están en sus pisos históricos, según las declaraciones juradas con valores de venta (FOB) que realizan los exportadores ante las autoridades fiscales. Se estima que la pérdida de ingresos en dinero es de 60 millones de dólares.

En el caso de la manzana, por ejemplo, el valor FOB promedio del primer cuatrimestre se ubica en los 0.65 dólares por kilo. El número refleja una caída del 6% respecto del mismo período del año anterior y un desplome cercano al 40% con relación a los primeros cuatro meses de la temporada 2018.

En el caso de las peras, el valor promedio se ubica en 0.69 dólares por kilo, precio que refleja una caída interanual del 13%. La caída es sostenida desde 2018, cuando se había alcanzado el valor más alto de la década con 0.89 centavos de dólar.

Fuente:

• Diario Río Negro