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Producción

Argentina aplica una técnica mejorada para combatir a la mosca de los frutos

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|Mendoza - Río Negro - Neuquén|

Senasa trabaja en una nueva técnica para combatir a la mosca del Mediterraneo, más conocida como la “mosca de la fruta”, en la Patagonia. La entidad realizó una inversión de  40 millones de pesos para la construcción de una bioplanta donde se desarrolla el “adulto frío”, una variación en la técnica de cría y liberación del insecto estéril utilizado en la región para evitar la propagación de la plaga. Argentina es el primer país en América del Sur y el quinto a nivel mundial en poner en funcionamiento este sistema.

Al momento, la técnica utilizada para combatir a la mosca de la fruta es la suelta a gran escala de machos estériles del insecto Ceratitis capitata, que al cruzarse con hembras silvestres no generan descendencia. Gracias a este método se minimiza el riesgo de multiplicación y supervivencia de las moscas fértiles que ingresan a la Patagonia.

El nuevo sistema permite controlar la temperatura en la que se cría el insecto en laboratorio, simplificando  su manipulación y favoreciendo su desarrollo antes de ser liberado ya sea por método terrestre o aéreo. De esta manera, se mejora la eficiencia del insecto debido a que es sometido a menor estrés y tiene mejores condiciones de hidratación y alimentación.

Con el método anterior las moscas se empacaban como pupas (un estado inmaduro del insecto) en bolsas de papel y, cuando completaban su desarrollo en el interior de las mismas, comenzaban a alimentarse y madurar. Esto perjudicaba la distribución homogénea del insecto y su nivel de resistencia a campo una vez liberados.

El laboratorio construido para la cría de este tipo de moscas estériles está en la provincia de Mendoza. Por lo tanto, para ser distribuidas cerca de las provincias de Río Negro o Neuquén, por ejemplo, los insectos son cargados en aviones dentro de cajones especiales conectados a un tubo especial que los va expulsando levemente hacia el exterior. En cada vuelo se liberan entre 10 y 12 millones.

Los viajes parten desde General Alvear y llegan hasta las localidades de Plottier y Centenario en Neuquén, mientras que en Río Negro atraviesan las localidades de Cinco Saltos, Cipolletti, Allen, General Roca y Villa Regina. En algunos otros puntos más alejados todavía se liberan las moscas estériles en bolsas de papel, es decir, se sigue con el método tradicional.

“La liberación se hace dos veces por semana. Se ha observado en las recapturas de las moscas que se han tirado que hay una diferencia notable con las que liberamos el año pasado con el método anterior (es parejo, uniforme, tienen buen tamaño). Se ve que da buen resultado”, expuso el coordinador de Protección Vegetal del Centro Regional Patagonia Norte del Senasa.

Cabe recordar que la Patagonia es un área libre de esta plaga, lo que le permite -entre otras cosas- exportar frutas como peras, manzanas o cerezas sin la necesidad de aplicar tratamientos de frío durante 15 días. Este punto es clave sobre todo cuando productores y empresas del sector buscan en los envíos primicia una oportunidad de negocio que les permita generar una diferencia respecto al resto de la temporada.

Gracias a la aplicación de esta técnica, Argentina se convirtió en el primer país de América del Sur y el quinto a nivel mundial, junto con México, Guatemala, EEUU y Croacia, en poner en funcionamiento este sistema.

Fuente: Senasa y Diario Río Negro

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