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Política Sectorial

Después de cuatro años, Senasa recupera su organigrama tradicional

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|Argentina|

La gestión de Cambiemos (2015-2019) aplicó una fuerte reducción presupuestaria para las instituciones públicas vinculadas al agro argentino. Es el caso del Ministerio de Agroindustria, que sufrió despidos e incluso vio bajar su rango a Secretaría durante la conducción de Luis Miguel Etchevehere. También de entidades que cumplían funciones de capacitación técnica y control sanitario, como INTA y Senasa, sufrieron modificaciones en sus organigramas y achicaron considerablemente el número de trabajadores de sus plantas, a la vez que se acortaba año a año el dinero disponible.

En los últimos días se dio a conocer que Senasa recuperará parte de esa vieja estructura. Pasará de tener siete centros o direcciones regionales (Metropolitana, Pampeana, Centro, Cuyo, NEA, NOA y Patagonia) a tener catorce (Buenos Aires Norte, Buenos Aires Sur, Chaco Formosa, Corrientes Misiones, Córdoba, Cuyo, Entre Ríos, La Pampa San Luis, Metropolitano, NOA Norte, NOA Sur, Patagonia Norte, Patagonia Sur y Santa Fe). “No es un esquema nuevo, sino el tradicional, que permite a Senasa tener mayor cercanía en la operación en todo el país”, dicen desde la entidad a InterNos

En el Senasa actual sostienen que la reducción de direcciones regionales a la mitad durante el mandato de Ricardo Negri trajo consigo una pérdida de eficiencia, traducida en mayores costos operativos. Por ejemplo, al concentrar una zona tan amplia como la Patagonia en una sola regional (ahora serán dos: Norte y Sur) se producían importantes demoras para dar respuestas a las problemáticas cotidianas. Además, los viáticos de traslado del personal hacían costosa la logística.

“Algo parecido sucedió en NOA y NEA, donde se ahorraron recursos para la operación diaria. Eso llevó a la pérdida de mercados, como el caso de Europa con el limón. Este nuevo esquema pone al Senasa más cerca de los problemas y permite mayor coordinación con las provincias y los municipios”, explicaron desde el organismo.

Cabe recordar que cada dirección tiene a su cargo una coordinación regional de Protección Vegetal, de Sanidad Animal, de Inocuidad Alimentaria y Administrativa; eso implica que tales dependencias, a nivel nacional, crecerán de las actuales 28 a un total de 56.

La decisión se tomó con el objetivo de “optimizar la asignación de recursos humanos afectados (...) mediante una mayor descentralización operativa en función de las características propias de cada región”. En la práctica esto significa, además, evitar exponer a los técnicos de Senasa a trasladarse cientos -y en no pocos casos, miles- de kilómetros para cumplir con sus responsabilidades, como sucedió hasta este año. 

En este sentido, desde el organismo aclaran que la normativa “no sumó más gente” ni representará un aumento presupuestario significativo (en infraestructura no se habrá cambios de ningún tipo). Vale mencionar que la partida de este año para Senasa tuvo un incremento del 34% respecto a 2020, pero con una inflación del 36% anual, lo que significa que el dinero disponible para gastos operativos y administrativos es similar en términos nominales.

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