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Política Sectorial

Gómez: "Los alimentos no pueden viajar tantos kilómetros hasta llegar a los argentinos"

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|Argentina|

La Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena puso en marcha el diseño de un plan de “mercados de cercanía” con el objetivo de crear puntos de comercialización de alimentos en el país y fortalecer el vínculo directo entre productores y consumidores.

La iniciativa se lleva adelante junto al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES). Lo que se pretende es potenciar la producción y el abastecimiento local. El foco está puesto en el desarrollo de los pequeños y medianos productores que componen el espectro de la agricultura familiar argentina.

“La idea es trabajar un espacio de ferias y mercados para acercar alimentos de primera necesidad y a precios accesibles. Contamos con un registro de  ferias que ya están funcionando en el país y la idea es poder sumar otras para dinamizar la economía y promover las cadenas cortas. De esta manera queremos romper con la especulación de precios y acercar la producción a todos los consumidores”, manifestó a InterNos Miguel Ángel Gómez, titular de la Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena de la nación.

De acuerdo a lo que detalló el Secretario, las ferias que intentan poner en marcha se instalarán en diferentes provincias argentinas a través de la articulación con los Municipios, el Ministerio del Interior y las organizaciones de la economía popular. Algunos de estos espacios de comercialización funcionarán de forma fija y otros de manera itinerante. Para lograr dicha planificación, la Secretaría se encuentra diseñando un relevamiento de las zonas productivas existentes en cada provincia. De esa forma, se pretende conseguir que cada sector tenga la capacidad de producir alimentos para autoabastecerse.

Pensar en el concepto de “mercados de cercanía” en un territorio tan amplio como es la Argentina muchas veces resulta un tanto complejo, ya que los intermediarios se vuelven un eslabón necesario a la hora de garantizar en todos los rincones del país alimentos frescos. En este marco, acortar las cadenas comerciales demanda un gran trabajo y una logística extremadamente minuciosa. Trabajo que, según explicó Gómez, se pondrá al hombro la Secretaría nacional.

“No puede ser que hoy la leche tenga que viajar miles de kilómetros, es necesario revertirlo. Tenemos que repensar un reordenamieto territorial de nuestras comunidades y de nuestras industrias. Para eso hay que fomentar el crecimiento de las pequeñas industrias y los pequeños productores, para que sean ellos los que abastezcan a los territorios. En ese escenario planteamos la creación de las ferias y también seguimos apostando al funcionamiento de nuestro programa PRONTAR de arraigo rural, porque también se trata de seguir generando fuentes de trabajo productivas y asociativas en cada zona. De esa forma complementaríamos y fortaleceríamos la producción”, explicó el Secretario.

 "hay que fomentar el crecimiento de las pequeñas industrias y los pequeños productores, para que sean ellos los que abastezcan a los territorios"

Más allá de la iniciativa nacional, la realidad de los productores que hoy abastecen de alimentos a todo el país es bastante compleja. Para poder llevar adelante esta tarea, desarrollar cadenas de comercialización sin intermediarios y además tener ganancias los productores deben contar con insumos fundamentales con los que hoy no cuentan. Uno de ellos, es la tierra.

Según los datos del Registro Nacional de la Agricultura Familiar (Renaf) hoy existen un total de 179.772 Núcleos de la Agricultura Familiar. Es decir, familias productoras registradas. A pesar de esos números y según relevamientos de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), se estima que sólo el 13% de la tierra está en manos de pequeños productores, mientras que el 1% de las empresas agrarias controlan el 36% de la tierra cultivada.

Esta distribución es la base de los reclamos que llevan adelante hace muchos años las organizaciones campesinas y que recién el año pasado empezó a tener eco en la agenda política nacional, luego de que se presentaran en el Congreso de la Nación iniciativas que buscan modificar el panorama productivo argentino. Un ejemplo de esto es el proyecto de ley para la creación de un Fondo Fiduciario Público que encabeza la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) o el proyecto presentado por el Movimiento de los Trabajadores Excluidos (MTE) para que se protejan los espacios donde se producen alimentos frescos, se garantice una gestión sostenible del ambiente y se trabaje sobre el ordenamiento territorial. A esto se le suman los pedidos incesantes de las organizaciones por que se pongan en marcha créditos blandos para que los pequeños productores puedan acceder a tierras propias y viviendas dignas.

La distribución de tierras fiscales de la nación, es una de las propuestas ante estas necesidades. Vale mencionar que el gobierno nacional mostró interés en avanzar hacia este punto, pero la cuestión todavía sigue bastante “cruda”. La creación de un banco de tierras fue una de las iniciativas gubernamentales que surgió para dar respuesta a los reclamos campesinos. Hasta el momento solo una concesión de tierras se hizo oficialmente y fue en Tepalqué, Buenos Aires. Allí, mediante la Resolución 27/2021 de la Agencia de Administración de Bienes del Estado, se dispuso la entrega de los terrenos del ferrocarril de la ciudad  a la UTT para la creación de una colonia agroecológica.

Al ser consultado por la posibilidad de efectivizar el funcionamiento de este banco de tierras y garantizar una mejor distribución de los bienes productivos, para favorecer la creación de mercados de cercanía Gómez dijo: “La reglamentación de la ley está un tanto frenada. A pesar de eso,  estamos trabajando con la Administración de Bienes del Estado en garantizar el acceso a las tierras del Estado para que estén al servicio de la producción de alimentos. Una vez reglamentados, los bancos nos darían la posibilidad de trabajar con los bienes del Estado para orientar la  producción hacia el abastecimiento local y generar nuevas comunidades productivas. La falta de acceso es una problemática que tenemos muy presente y es uno de nuestros grandes desafíos”.

Si a todas estas problemáticas se le suma el contexto actual, el panorama se complejiza. Lo que sucede es que la pandemia visibilizó, aún más, las inequidades casi estructurales con las que cuenta nuestro país y la necesidad de modificar de raíz tanto los sistemas productivos como la distribución territorial. En este marco, desde la Secretaría de Agricultura Familiar aseguran que uno de sus principales objetivos es revalorizar el rol de los pequeños productores en el abastecimiento pospandemia y acompañar su desarrollo a nivel nacional. “Con la pandemia quedó demostrado que los alimentos no pueden viajar kilómetros hasta llegar a los argentinos y para lograr eso hace falta generar las condiciones necesarias”, concluyó Miguel Ángel Gómez en exclusiva para InterNos.

 

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