Cárceles y hospitales se sumarían al Programa de Comercialización de peras y manzanas

|Río Negro - Neuquén|

“Romper la dependencia del chacarero con el sector comercial”, es el objetivo de la Federación de Productores con el Programa de Comercialización que busca hacer crecer en 2021. Se trata de una herramienta que permite a los productores colocar su fruta en establecimientos públicos y privados sin pasar por los grandes empaques de la zona y obteniendo “precios que contemplan los costos productivos y dejan un margen de rentabilidad”, según expresa Sebastián Hernández, chacarero de Río Negro y presidente de la Federación de Productores.

Se trata de convenios comerciales entre los productores y la entidad que los representa, donde los primeros entregan la fruta y la segunda se encarga de gestionar la logística de distribución a escuelas y comedores, dos de los principales compradores. La mercadería se entrega en “módulos”: cajas de diez kilos que, además de tener cuatro kilos de fruta (dos kilos de manzana y dos de pera) incorporan otros seis de hortalizas (dos de papa, dos de zapallo y dos de cebolla). Esto significa que además se suman al convenio algunos productores hortícolas de la región.

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En 2020 se entregaron un total de 13.300 módulos y este año serán 25.000. “El programa está creciendo. Hubo un gran acompañamiento de los productores. Actualmente hay más de 35 anotados”, dice a InterNos Sebastián Hernández. Para esta campaña el programa había cerrado su convocatoria el pasado 19 de marzo; sin embargo, el dirigente dijo a este medio que las inscripciones seguirán abiertas algunos días más para aquellos productores interesados. El motivo: la posibilidad de un nuevo convenio para comercializar la fruta en cárceles y hospitales de Río Negro, pero también de Buenos Aires.

El vínculo se realizaría con la Compañía Integral de Alimentos Royal Chef, empresa encargada de suministrar productos frescos a estas instituciones. En el primer encuentro entre la Federación y Royal Chef se presentaron los presupuestos estimados y se habló de los kilos de frutas y hortalizas requeridas para cubrir la demanda de este año. “Necesitamos sumar cerca de 1200 bines más, por eso continuará abierta la inscripción. Todavía se está cosechando manzana roja y verde. Y recibimos la fruta que los productores tengan en frío”, aclaró el dirigente.

Desde la Federación consideran que la gran ventaja de este programa es el precio que obtiene cada chacarero por la fruta. Este año se firman contratos que pagan unos 25 pesos el kilo de fruta, tanto para pera como para manzana, con posibilidades de mejorar ese precio una vez que la venta se liquide por completo. El objetivo es cubrir costos de producción (la Mesa de Contractualización los determinó en 23 pesos) y obtener cerca de dos pesos de rentabilidad.

Para Hernández, el programa ofrece condiciones justas de comercialización ya que, a diferencia de una empresa, el chacarero nunca cobrará menos de lo establecido en los papeles, “como sí sucede con las empresas empacadoras cuando éstas registran dificultades en los mercados o una caída en el consumo".

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“La empresa siempre tiene en cuenta sus propios costos y pretensiones de ganancias. En cambio los del productor, no. Éste tiene que esperar la liquidación porque entrega a consignación, las cuales siempre llegan hacia fin de año, donde el precio puede caer por pérdidas de mercados o alguna dificultad en las ventas. Entonces la variable de ajuste es el productor”, argumenta Hernández.

El problema no es nuevo en la región. Por el contrario, las acusaciones cruzadas entre productores y empacadoras vienen de larga data. Las empresas, por su parte, argumentan que tienen importantes costos (mano de obra, insumos, electricidad, transportes, impuestos) que dificultan pagar al productor un mayor valor por la fruta. O incluso que, en muchas oportunidades, reciben mercadería que contiene un alto porcentaje de descarte.

Muchos chacareros señalan que es allí donde se produce un manejo irregular de la fruta: como resulta información confidencial de las empresas, desconocen cuánto de descarte tienen sus lotes a la hora de ser procesada, ya que de ahí se calcula el valor a pagar. “Nosotros con el programa también mandamos fruta a industria, claro. Pero un porcentaje real, no jugamos con los productores”, dice el dirigente.

Otro punto a atender, según el dirigente, es que si bien los empaques están pagando bien por la manzana (entre 25 y 30 pesos) no sucede lo mismo con la pera: su precio está a 18 pesos por kilo, muy por debajo de los costos de producción (que también son de 23 pesos). “Sucede que con la manzana el productor quizás está ganando un porcentaje, pero lo pierde con la pera. Y la mayoría de los productores de la región hacemos mitad pera y mitad manzana. Por eso el Programa busca asegurar costos de producción y cierta rentabilidad tanto en peras como en manzanas, para que el productor se equilibre”, agrega.

Cómo se dio la cosecha

Desde InterNos consultamos a Hernández cómo se está desenvolviendo la campaña de cosecha -ya sobre el cierre- en este 2021. “Se dio con normalidad, excepto en los lugares que tuvieron problemas de granizo, con productores que han sufrido más de un 80% de daño. Con ellos estamos trabajando con la Emergencia Agropecuaria. Más allá de eso, la cosecha se está realizando con normalidad. Todas las variedades se van a levantar”, expresó.

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Respecto al consumo, consideró que durante el mes de enero y mediados de febrero se registraron niveles de demanda similares a los del año pasado pero, a partir de ahí, las ventas cayeron. “Quizás por el precio que se estaba manejando en góndola, que era en promedio 270 a 300 pesos e hizo que los consumidores dejaran de comprarla. Hoy está un poco frenado el consumo, sin mucha venta. Esperamos el repunte”, concluyó.