Connect with us

Tendencias

Llega al Valle un desarrollo para la fruticultura que genera expectativas

Published

on

|Río Negro|

Se trata de la empresa Phytelligence, que instalará en la localidad de General Roca un invernadero para cría de plantas frutales reproducidas mediante micropropagación. Sería la primera experiencia a escala industrial de esta tecnología que llegaría al país en 2019. Expectativas a nivel productivo y comercial por su arribo.

Durante la primera etapa en los invernaderos se aseguran las mejores condiciones para la crianza de los plantines

Phytelligence es una empresa norteamericana fundada en 2012 a partir de un emprendimiento de la Universidad del Estado de Washington que, al igual que el Alto Valle, se destaca por la producción de peras y manzanas. Nació dentro del ámbito académico pero luego se volcó al mundo empresarial con un proyecto ambicioso: implementar la producción de plantas frutales por micropropagación necesarias para la modernización de las plantaciones frutícolas existentes.

Para entender de qué se trata conversamos con Jorge Aragón, de Janus S.A., técnico y contacto de Phytelligence en Argentina. Aragón conoce en profundidad las infinitas posibilidades que ofrece esta empresa; el tono de sus respuestas refleja entusiasmo por contar. Además es ingeniero agrónomo y comprende a la perfección las demandas actuales de los productores de peras y manzanas patagónicas.

La conversación es larga y llena de detalles, Aragón explica con paciencia. “La micropropagación es una técnica de multiplicación de material vegetal que se realiza en laboratorio mediante condiciones controladas. Para entenderlo de la manera más gráfica posible debemos pensar en pedacitos de material vegetal que miden apenas 1 cm2 y del que cada uno es una planta en potencia”. En este proceso, aclara Aragón, no hay modificación genética y las plantas obtenidas pueden utilizarse en cualquier sistema de producción, aún orgánico o agroecológico.

                                    Segmentos de material vegetal que miden sólo 1 cm2

Sin embargo, la micropropagación no es nueva. Existe desde principios del siglo XX, aunque su desarrollo está generalizado sólo en universidades o institutos científicos de investigación para hacer ensayos agronómicos. En Argentina, por ejemplo, muchas Estaciones Experimentales del INTA actualmente llevan adelante esta técnica. Pero su aplicación en el sector privado sigue siendo limitada. En este contexto, Phytelligence en Argentina (que puede traducirse como “fito inteligencia” o “agricultura inteligente”) representa un nuevo modelo para la fruticultura nacional por sus múltiples ventajas sobre los sistemas tradicionales.

¿Cómo funcionará?

En una primera instancia, Phytelligence deberá importar del exterior los plantines reproducidos por micropropagación, ya que en nuestro país todavía no hay instalaciones preparadas para llevar adelante esta técnica con fines comerciales. “La vida en laboratorio dura un mes. El resto la cría es en invernadero: son dos años en total. El trabajo de campo se va a hacer en el país. Lo que se importará desde Estados Unidos es el material vegetal hasta tanto se pueda hacer el desarrollo de laboratorio acá”, explica Aragón.

A través de su sistema propietario MultyPhy®, lo que hará Phytelligence es criar bajo condiciones controladas las plantas reproducidas en laboratorio mediante micropropagación en medio estéril. Evitando el cultivo a “campo abierto” (como se realiza actualmente) las plantas no corren riesgo de contraer virus, enfermedades o ser infectadas por insectos. Esto es lo que se conoce como cultivo “in vitro” y garantiza sanidad y calidad de manera homogénea en las futuras plantaciones.

Al final del primer año se realiza el injerto y la planta se mantiene un año más en condiciones de invernadero hasta su plantación final

Según explica Aragón, el Alto Valle tiene una necesidad muy grande de renovar sus plantaciones de peras y manzanas. Pero los sistemas de producción utilizados son insuficientes para el recambio: se estima que la fruticultura patagónica necesita alrededor de 30 millones de plantas nuevas. “Hasta hoy, ante la falta de planta frutales en el país, se importaban plantas de Europa, Chile o Estados Unidos. Ahora no se va a importar una planta, sino un material vegetal in vitro para después criarlo en Argentina”, detalló el ingeniero.

Grandes ventajas

Aragón explica tres grandes ventajas del sistema MultyPhy® por sobre los sistemas de multiplicación utilizados:

1 - Libre de plagas en cuanto a las técnicas de producción. En la técnica de micropropagación, al ser nacidas desde el cultivo in vitro, las plantas se encuentran totalmente sanas y libres de virus. De esta manera, ese futuro árbol no perderá su capacidad productiva. En cambio, en las plantas infectadas durante el proceso de cría el virus se encuentra latente durante toda su existencia, por lo que su comportamiento productivo se vuelve limitado y varía en su intensidad. La diferencia está en el invernadero: en las plantaciones a campo abierto son mayores las probabilidades de infección que en ambientes controlados.

2 - Homogeneidad del material vegetal. Al multiplicar el material vegetal por micropropagación todas las partes obtenidas son iguales, es decir, clonadas. En cambio, con los métodos tradicionales existen diferencias entre las plantas reproducidas, lo que se traduce en una mayor heterogeneidad de las plantaciones.

Homogeneidad en el material vegetal en los viveros

Las diferencias entre dos materiales vegetales se pueden dar por diferencias genéticas o por diferencias ambientales. “Si eliminas la diferencia genética con el material vegetal producido por micropropagación, las únicas diferencias que se van a expresar van a ser las naturales, que pueden ser el suelo, el agua, el clima. Es decir que cuanto más parejo sea el tipo de suelo donde están las plantas, el riego que recibieron, la fertilización, las técnicas culturales y el clima, más parejo va a ser todo. Pero si se utilizan técnicas tradicionales y los factores externos no ayudan, la variabilidad de las plantaciones será mayor”.

3 - Cantidad ilimitada de material vegetal. La micropropagación no tiene límites en cuanto a la cantidad de material vegetal reproducida. “Estamos hablando de una crianza en espacios mucho más reducidos. Entonces la capacidad de producción de plantas para abastecer una demanda es prácticamente ilimitada”, describe Aragón. Y pone un ejemplo práctico: si hoy una región frutícola quisiera plantar mil hectáreas de un momento a otro, no encontraría material vegetal disponible. Éste es otro de los problemas que la producción por micropropagación viene a resolver.

Nuevos modelos productivos

Esta técnica ya se conoce en muchos países vinculada a plantaciones de alta densidad (más de 3.000 plantas por ha) con riego mecanizado y malla antigranizo.

Como se describió anteriormente, un vivero de estas características proporciona innumerables ventajas: se aceleran los procesos de multiplicación vegetal, se generan mayores volúmenes de plantas y se optimiza la calidad de las mismas. Además, desde la producción se realiza una mejor utilización del suelo y se optimiza el uso del agua e insumos afectados a la producción.

Esta técnica puede revolucionar el futuro de la fruticultura en nuestro país. Así lo entiende nuestro entrevistado, quien indica que el objetivo de Phytelligence a mediano plazo es producir material vegetal también para otras especies frutales (como las plantas de carozo para Mendoza o cítricos para el NOA y NEA, por ejemplo). “Hay una necesidad en el país de modernizar al sector para hacerlo más eficiente y más rentable. Esta empresa busca revitalizar la fruticultura hacia un esquema productivo siglo XXI en sinergia con las políticas públicas de incentivo para renovar el sistema frutícola nacional”, concluyó Aragón.

 

Contacto:

  • Ing. Agr. Juan Eugenio Bavaresco - juanbavaresco@yahoo.com.ar
  • Ing. Agr. Jorge Aragón - jaragon@janusmcp.com
Advertisement

Lo más leído