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Comercialización

Zanahorias argentinas: "Los productores siembran esperando un milagro"

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Foto: Revista InterNos

|Argentina|

Siempre decimos que consumir frutas y verduras es la clave para una mejor calidad de vida. Pero a la hora de cuidar la visión, la zanahoria es la más recomendada. Es que los niveles de Vitamina A que contiene son esenciales para la salud de nuestros ojos. Esta característica también la hace una buena aliada a la hora de cuidarnos la piel y el pelo. En Argentina consumimos aproximadamente 6 kilos de zanahoria por habitante por año, estadística que la ubica en la lista de las más elegidas.

Es una hortaliza de raíz que se produce en todo el territorio nacional. Actualmente existen aproximadamente 9.000 hectáreas en producción que dan como resultado un total de 300.000 toneladas anuales de zanahorias. Pero, algunas provincias llevan la posta en este sentido. Mendoza ocupa el primer lugar con una participación del 35% en la oferta nacional y un total de hectáreas de 3500. Allí las cosechas se inician en diciembre y se desarrollan durante todo el verano hasta mayo-junio. El grueso se lleva a cabo cerca de la ciudad de Mendoza, pero en verano cuando empieza a hacer más calor las zanahorias empiezan a producirse cerca de la montaña donde se encuentran los lotes más fríos.

Santiago del Estero es la segunda provincia en términos productivos con 2500-3000 hectáreas y tiene una participación en los mercados del 26%. Comienza sus cosechas en mayo cuando terminan las de Mendoza y se mantiene en los mercados hasta septiembre-octubre. Por su parte, Buenos Aires cuenta actualmente con 2000 hectáreas en producción y se ocupa de cubrir la oferta de verano. Tiene una participación del 17% y sus cosechas se centran entre diciembre y marzo. Finalmente, se encuentra Santa Fe con 1200 hectáreas cultivadas. Cosechan sus zanahorias en junio-julio y se mantiene en actividad hasta diciembre. La participación de esta provincia en los mercados alcanza el 8%.

Vale mencionar que la producción de zanahorias se da en muchos puntos geográficos y la participación de las provincias en los mercados son complementarias, lo que permite abastecer durante todo el año la demanda argentina. Además de los lugares mencionados, pueden encontrarse algunas hectáreas productivas -entre 100 y 200- en Córdoba, Corrientes y Catamarca.

Elaboración propia.

Las zonas que lideran la producción son aquellas que cuentan con las condiciones climáticas necesarias para que este cultivo se pueda desarrollar. Aunque, según el tipo de cultivares es la zona y el clima en donde estas se siembran.  Los tipos de zanahorias pueden clasificarse entre anuales y bienales. Los primeros tienen una tasa de crecimiento mayor, más vigor y florecen más temprano. Por eso son ideales para ser sembradas en zonas tropicales o durante la época estival. Esto evita su floración antes de la cosecha. En cambio, los cultivares bienales tienen una tasa de crecimiento más lenta y una floración tardía. Se siembran en zonas de clima templado y durante el otoño-invierno.

Por supuesto que a lo largo del tiempo la genética y el desarrollo de varietales híbridos permitió el mejoramiento de las especies. Como consecuencia, se logró una mejor adaptación de estas hortalizas a diferentes zonas y suelos. Un ejemplo de esto es el lanzamiento que hizo INTA el año pasado, cuando presentó Coral INTA. Una variedad de zanahoria de tipo bienal y resistente a la floración prematura. Ideal para ser comercializada en el mercado en fresco.

En este sentido es importante explicar que el mayor porcentaje de la producción de zanahorias nacionales se destinan al mercado argentino para su consumo en fresco. Por eso la importancia de desarrollar varietales que sean resistentes y capaces de abastecer esa oferta. Si observamos las estadísticas del Mercado Central de Buenos Aires (MCBA), podemos ver que durante los últimos años este concentrador fue el destino de aproximadamente 53.000 toneladas de zanahorias y consecuente con su nivel productivo, Mendoza aportó de esa cifra el mayor porcentaje. Dentro del promedio total de hortalizas ofertadas en el mercado, las zanahorias ocupan el quinto lugar con una presencia del 6.2%. De acuerdo a su estacionalidad, la mayor oferta se da en los meses de octubre, noviembre y diciembre. En esos momentos los precios se mantienen bajos. Mientras que cuando cae la oferta, en julio, su valor aumenta.

Actualmente en el Central de Buenos Aires el valor de las zanahorias provenientes de Mendoza y Santa Fe se encuentran entre los $18 y $25 el kilo y se comercializan en bolsas de 10 o 18 kilos. 

Si hablamos de las exportaciones, el porcentaje de zanahorias que se comercializa al mercado extranjero es muy reducido. “Las zanahorias en el último tiempo solo se exportan desde Mendoza a Chile. Antes exportábamos a Paraguay y a Uruguay, pero en esos países el cultivo de zanahorias creció mucho y como consecuencia, su importación disminuyó”, explicó a InterNos Marcelo Soressi, ingeniero agrónomo y extensionista de INTA Santa Fe. En relación a esa ultima afirmación del especialista, y observando datos oficiales de Senasa, podemos decir que hasta el 2011 nuestro país exportó un 43% de zanahorias a Paraguay, 42% a Uruguay y el 14% a Chile.

“Hubo ocasiones en que también nosotros tuvimos que importar zanahorias. Las razones fueron climáticas, alguna pedrada o una sequía extrema. En esos casos nuestro principal proveedor es Brasil”, detalló el experto.

Como lo aclaramos a menudo, la producción frutihortícola en nuestro país en su gran mayoría se lleva adelante con insumos importados y, por ende, dolarizados. Este es uno de los grandes condicionantes para la actividad y es lo que define, de cierta forma, la rentabilidad de cada productor. A esto se le suman los intermediarios que participan en la cadena productiva -cosecha, acopio, empaque, flete, mano de obra, entre otros- que también encarecen la distribución y comercialización de los alimentos. La zanahoria no es la excepción y también se ve influenciada por dichos factores.

"Este año particularmente, va a ser crítico. No se cuántos productores van a quedar en pie, atravesamos una situación muy complicada realmente” Marcelo Soressi

“A los productores en el campo hace cuatro años que se les paga mas o menos el mismo precio por un kilo de zanahoria. Reciben cinco pesos por kilo, mientras que los insumos se pagan en dólares. A eso hay que agregarle el combustible, la luz y otros servicios que no dejan de subir. Los productores siembran todos los años esperando una especie de milagro que haga repuntar el precio de las hortalizas. Este año particularmente, va a ser crítico. No se cuántos productores van a quedar en pie, atravesamos una situación muy complicada realmente”, dijo Soressi.

Otra de las variables que incide en la rentabilidad del sector es el consumo. Según el Ingeniero, los mercados están cada vez menos receptivos y las personas comemos cada vez menos frutas y hortalizas. “Por una cuestión de hábitos, porque se cocina menos en los hogares y porque el bolsillo está deprimido consumimos menos. Además, vas a la verdulería y todo parece carísimo”, concluyó a este medio Marcelo Soressi, ingeniero agrónomo y técnico de INTA Santa Fe.

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