Connect with us

Producción

Mate amargo

Published

on

|Recomendación|

“Nos dedicamos a la cosecha de yerba desde que tengo memoria. Nací ahí”, dice una joven que, al momento de grabarse el documental Me gusta el Mate sin Trabajo Infantil, apenas supera la mayoría de edad. “Vivimos mal. Pero tenemos que sobrevivir, salir adelante”, agrega.

El audiovisual fue realizado en 2017 por la ONG Un Sueño para Misiones, junto con Posibl ,una compañía multimedia que desarrolla contenidos de impacto social. ¿El objetivo? Generar conciencia, a nivel nacional, de lo que sucede en Misiones con la cosecha de la yerba: familias tareferas expuestas a precarias condiciones de vida, falta de acceso a derechos elementales, menores de edad trabajando sin acceso a la escolarización.  

El 90% de la yerba mate que se consume en Argentina, y el 60% de la que se consume en el mundo, se hace en Misiones. Con una demanda creciente y la apertura de mercados internacionales, la producción de este cultivo ha crecido con fuerza en los últimos años; tanto, que el Instituto Nacional de Yerba Mate (INYM) dispuso semanas atrás la regulación en la plantación de hectáreas para evitar la concentración. Las dificultades que presentan otras economías regionales, como los cítricos o el té, también impulsan a la implantación de yerbales.

Leer más: ¿Le molesta al campo hablar de trabajo infantil?

Pero gran parte de esa producción se hace, directa o indirectamente, con trabajo infantil: un relevamiento de la Universidad Misiones mostró que los hijos de los tareferos comienzan a trabajar en el yerbal entre los 5 y los 13 años. Eso es lo que refleja este documental crudo, donde las familias muestran dónde viven -en muchos casos, asentamientos con pisos de tierra, sin servicios- y cómo son sus largas y exigentes jornadas de trabajo para ganarse, apenas, el pan de cada día. Y a veces ni eso.

Discriminación, falta de oportunidades, salarios de hambre. En treinta minutos, el documental resume la situación de extrema marginalidad que viven muchos cosecheros que, en una producción que paga “a destajo” (es decir, más se cosecha, más se paga) se ven forzados a sumar a sus hijos a tareas asalariadas a edad temprana.

"Los argentinos en general desconocen la situación que se vive en torno a la cosecha”

“Muchos, aunque no quieran llevarlos a la finca, no tienen con quien dejarlos”, dice Patricia Ocampo, directora de Un Sueño para Misiones. Cuando los niños están en la finca, incluso si no trabajan, están expuestos a accidentes propios del contexto laboral, rodeados de maquinaria pesada o herramientas punzantes, en largas horas de extremo calor o fuertes heladas.

En otros casos, algunos padres dejan a sus hijos con sus hermanos mayores, lo que obliga a estos últimos a asumir tareas domésticas y de cuidado dentro del propio hogar, en un tiempo que debería ser ocupado en el estudio o el juego.

Leer más: Por falta de rentabilidad, tiran cítricos y avanza la yerba mate

“Cuando hablas con ellos te piden educación y salud, una vivienda, tener agua potable. Estamos hablando de derechos humanos, básicos para las personas. Esto trascendió gobiernos”, dice Ocampo durante la entrevista.

El documental no hace concesiones. Va, como se dice popularmente, “al hueso”. A través de imágenes desde los yerbales y testimonios en primera persona busca impactar al espectador, ponerle frente a los ojos una realidad que no es menos injusta por estar alejada de los grandes centros urbanos.

La pregunta que queda resonando es: ¿Y si el mate que estas tomando ahora, o vas a tomar más tarde, fue producido con trabajo infantil?

El video puede verse de manera libre y gratuita por YouTube. Acá el enlace:

Advertisement

Lo más leído