Connect with us

FENAOMFRA

Black Friday para la industria: el Etiquetado Frontal obtiene media sanción en el Senado

Published

on

Foto: Etiquetado de Advertencia en México

|Argentina|

El Senado dio media sanción al proyecto de Etiquetado Frontal de Alimentos y lo giró a Cámara de Diputados para tratarlo en segunda instancia. El texto obliga a las empresas a advertir el exceso de nutrientes críticos como sal, azúcares o grasas saturadas en sus productos. El sistema gráfico elegido es el sello octogonal negro, utilizado también por Chile, Uruguay y México en la región.

La iniciativa obtuvo un fuerte consenso por parte de todo el arco político. Fue aprobada por 64 votos a favor y solo 3 en contra. Las tucumanas Silvia Elías de Pérez (Juntos por el Cambio) y Beatriz Mirkin (Frente de Todos) ya habían adelantado su voto negativo durante su tratamiento en Comisiones. Consideraron que la norma perjudicará al sector azucarero, principal actividad productiva de su provincia.

Leer también: Etiquetado frontal para frenar la pandemia silenciosa

"Esta ley ataca al azúcar, van a hacer que cualquier producto que tenga un gramo más de azúcar deba llevar un sello", dijo Elías de Pérez durante su exposición. Cabe recordar que tanto la Federación Económica de Tucumán (FET) como la Federación Obrera Tucumana de la Industria del Azúcar (Fotia) solicitaron al gobierno provincial que trabaje para evitar la aprobación de la medida.

También votó en contra la riojana Clara Vega del Interbloque Federal, quien señaló que la ley “es inoportuna” porque “no contempla la situación en la que viven los argentinos, y menos aún el sector industrial y privado”.

En los últimos días se especuló con un fuerte lobby por parte de la industria alimentaria para modificar los criterios que determinan el exceso de nutrientes críticos en un producto. Sin embargo, no se produjeron modificaciones al perfil de nutrientes propuesto originalmente, que es el de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), un modelo riguroso en sus exigencias.

El proyecto de ley señala que todos los alimentos que posean al menos un sello de advertencia no podrán ser publicitados en medios de comunicación de ninguna índole. Además, prohíbe la aplicación de personajes animados, dibujos o cualquier tipo de marketing en los envases, así como la incorporación de claims nutricionales (como por ejemplo “alto en vitamina C”) que matice los mensajes de advertencia.

En tanto, los productos que contengan edulcorantes, deberán además llevar la inscripción “contiene edulcorantes, no recomendable en niños/as”; y aquellos con cafeína, deberán tener la leyenda “contiene cafeína, evitar en niños/as”. Por otro lado, se exceptúa de la colocación del sello en la cara principal al azúcar común, sal común de mesa, aceites vegetales y frutos secos.

Otro punto a resaltar del texto es su especial incidencia sobre las infancias. Aquellos alimentos ultraprocesados que contengan octógonos negros no podrán ser comercializados ni promocionados en entornos escolares. Además, el Estado no podrá realizar compras públicas de estos productos para abastecer a escuelas, comedores o instituciones públicas de cualquier tipo.

Respecto al tiempo de implementación, se determinó que las grandes industrias tendrán un plazo de seis meses desde la publicación en el Boletín Oficial para adaptarse a lo exigido por la ley, con posibilidad de prorrogarlo seis meses más. En el caso de las PyMEs el plazo para la aplicación será de 18 meses, también prorrogables. Dicha adaptación puede estar referida a la elaboración del nuevo packaging propiamente dicho o a la reformulación de los productos que contengan nutrientes críticos en exceso. Este último es uno de los efectos secundarios buscado por la normativa: que la industria alimentaria mejore la composición nutricional de sus productos en base a lo sugerido por la Organización Panamericana de la Salud para una dieta saludable.

Además, la normativa busca transformar de manera paulatina el patrón de consumo de los argentinos que, en los últimos años, se ha volcado con fuerza hacia los productos ultraprocesados en desmedro de los alimentos frescos. Datos de la Cuarta Encuesta de Factores de Riesgo publicada por la Secretaría de Salud de la Nación en 2019 indican que actualmente solo el 6% de los ciudadanos consume la cantidad de frutas y verduras diarias sugeridas por la OMS. Al mismo tiempo, nuestro país es uno de los mayores consumidores de bebidas azucaradas a nivel mundial (con 131 litros per cápita anuales).

El senador Julio Cobos, quien en Comisiones fue un gran impulsor del proyecto, señaló que “existe una asimetría entre el que produce el envase del alimento, que sabe lo que está poniendo adentro, y el consumidor que no sabe, no detecta su contenido”. En este sentido, el mendocino agregó: "No estamos demonizando ningún producto. Estamos advirtiendo a la población, que luego tendrá derecho a consumir lo que quiera. Buscamos un etiquetado claro y simple".

En el cierre del debate, la también mendocina Anabel Fernández Sagasti, senadora por el Frente de Todos, dijo que la medida no es contra la industria sino a favor de que los argentinos tengan el derecho a saber qué están comiendo. “Seamos sinceros, hoy la información que aparece en los productos alimenticios es inentendible. No estamos acostumbrados a leer esa letra chica, pero si lo hacemos, hay que ser especialista en nutrición para entender", expresó la senadora.

Por otro lado, Sagasti subrayó el amplio consenso que logró el proyecto luego de varios años estancado en Comisiones. Cabe recordar que la normativa es resultado de 15 propuestas presentadas con anterioridad por legisladores de distintas bancas a nivel país. El objetivo del Ministerio de Salud fue unificarlas y sumar evidencia científica disponible al momento para construir un nuevo texto que incorpore los intereses de todos los actores al debate. La voluntad política hacia dentro del gobierno nacional fue muy importante en este sentido: tanto la Secretaría de Comercio como los ministerios de Desarrollo Productivo y de Agricultura, Ganadería y Pesca acompañaron la iniciativa desde un principio.

“Cuando decenas de legisladores presentamos proyectos similares quiere decir que miles de argentinos nos están pidiendo que nos hagamos cargo. Y es lo que ha sucedido en este caso. Tenemos la obligación de legislar para reducir las enfermedades no transmisibles y evitar el gran costo que representan para el sistema de salud nacional", concluyó Sagasti.

Un punto para el sector frutihortícola

El avance en un etiquetado frontal de advertencias no es sólo una lucha de médicos y nutricionistas. Los productores y comercializadores de alimentos frescos (frutas y verduras) también festejaron. Tal es el caso de la Federación Nacional de Mercados Frutihortícolas que viene trabajando en medidas como estas desde años. También el caso de las empresas y organismos nucleados alrededor de la campaña Fruteá Tu Escuela que promueve un mayor consumo de frutas en las escuelas.

Carlos Otrino, actual presidente de la Fenaomfra, declaró al respecto: "Desde 2010 nos unimos a las propuestas de la comunidad científica en favor de una alimentación que incluya más frutas y verduras, para disminuir el impacto que tiene en la salud una inadecuada incorporación de nutrientes críticos, generalmente asociado al exceso de ultraprocesados".

La industria utiliza a frutas y verduras como elementos para promocionar productos que poco rastro tienen de éstas en su contenido

Y agregó: "La media sanción de la Ley de Etiquetado Frontal de Advertencia es una excelente noticia para todos los ciudadanos. No nos desalientan los tiempos legislativos y burocráticos. Nos ocupa estar atentos a que los legisladores no se dejen influir por el lobby de la industria para culminar perjudicando a los consumidores, que necesitan de información clara y precisa al momento de la compra".

El referente asume que, de aprobarse y reglamentarse, la medida tomará el carácter de una  política pública de alto impacto por el alcance y trascendencia que tendrá para los sectores más vulnerables de la población, en especial, niños, niñas y adolescentes.

¿Por qué la Ley es una buena noticia para el sector? Quienes estamos en la actividad frutihorticola desde años sabemos que muchas veces la industria concentrada, con mucho poder en materia de marketing y publicidad, utiliza a las frutas y verduras como elementos claves para promocionar productos que en realidad poco tienen de éstas en su contenido. La fruta es portada de yogures, jugos y postres mientras que las verduras son utilizadas como componentes claves en panificados o enlatados pero la realidad es que ningún producto industrial contiene tantos nutrientes como los alimentos frescos originales. Esta ley de etiquetado es un gran paso para revertir la porción de consumo que los productos frescos han perdido a mano de los industrializados en la dieta diaria.

Ahora la iniciativa será tratada en Cámara de Diputados. Aunque todo parece indicar que están dadas las condiciones para su aprobación, el debate en esta instancia será clave y determinará si el texto sale sin modificaciones sustanciales que resten eficacia a la normativa.

Advertisement

Lo más leído