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Comercialización

Kiwi: una producción que crece a paso firme

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Foto: www.facebook.com/camarakiwi/

|Argentina|

Suele decirse que en nuestro país, por la variedad climática y la riqueza de sus tierras, se puede producir cualquier cosa y la verdad es que sí. Aunque el kiwi sea una fruta que provenga originariamente de China y su mayor producción se asocie siempre a Nueva Zelanda, Argentina tiene sus buenas hectáreas y la demanda crece año a año.

El kiwi nacional se produce principalmente en Buenos Aires. Los cinturones hortícolas de Mar del Plata y Sierra de los Padres, ubicados al sudeste, junto a localidades como Baradero, Cañuelas, Cardales y Campana, son los encargados de producir la mayoría de la fruta que se comercializa internamente en el país. En esos sectores se concentra casi el 90% de la superficie implantada.

Lo que sucede es que estas zonas cuentan con un clima ideal para dicha producción, ya que las plantas necesitan buenos porcentajes de humedad ambiental y varias horas de frio para poder desarrollarse. De eso depende fundamentalmente su sabor y el calibre de sus frutos. Sin embargo, las lluvias abundantes y el viento son dos factores que pueden afectar a la producción de kiwi e incluso generar pérdidas considerables. Para poder batallar contra esas condiciones climáticas, los productores deben invertir en tecnologías y herramientas que permitan proteger a los frutales. Entre ellos: cortinas corta vientos, media sombra, riegos por aspersión o goteo, etc. Elementos que sin dudas elevan los costos de la actividad.

En Río Segundo, Córdoba, también se produce y cosecha kiwi. La actividad está en manos de pequeños productores y aunque el clima no sea tan beneficioso, por su inestabilidad y los pocos periodos de frío con los que cuenta esta provincia, las cosechas arrojan buenos resultados. Por ejemplo, en una buena temporada  saca entre 500 y 800 bandejas de 10 kilos de una hectárea.

Según estadísticas de la Cámara de Productores de Kiwi de Mar del Plata, en 2020 se produjeron en el país alrededor de 11 millones de kilos de los cuales el 75% perteneció al sudeste bonaerense. En esta ubicación geográfica, la actividad se encuentra en crecimiento constante aunque la inestabilidad económica argentina y el costo de llevarla adelante muchas veces se conviertan en un limitante.

Mapa: elaboración propia.

En Buenos Aires los kiwis generalmente se cosechan en los meses de abril, mayo y junio según la zona y permanecen en los mercados mayoristas hasta junio o julio. El resto de los meses la oferta nacional se cubre de kiwis importados de Grecia, Italia, Nueva Zelanda y Chile. Córdoba por su parte, cosecha entre marzo y fines de abril. Es decir, la oferta cordobesa se ubica en la ventana comercial que se genera cuando se termina el kiwi extranjero y todavía el bonaerense no ingresó a los mercados.

Uno de los inconvenientes que presentan dichos periodos de cosecha se relaciona al consumo. Si bien los argentinos consumimos entre 20 y 22 millones de kilos por año, por lo general vemos al kiwi como una fruta veraniega. Pero el momento óptimo para su consumo y cuando su valor se encuentra accesible es durante el invierno. Esto hace que las ventas sean relativamente pocas durante el periodo invernal y por esa razón la exportación aparece como una posibilidad para los productores.

Los envíos se hacen a contra estación, es decir cuando en países como España e Italia no cuentan con esta fruta en sus mercados. Otros de los destinos de la fruta argentina son Brasil y Uruguay. Si bien las cantidades que se exportan son menores, la calidad de los kiwis nacionales es realmente de primera y compiten a nivel internacional con las frutas que se producen en Chile y Nueva Zelanda. Estas últimas consideradas las mejores del mundo. El posicionamiento del kiwi argentino en el mundo también es otra arista de esta actividad que crece año tras año. De hecho en 2012 se exportaban aproximadamente 300 toneladas y el año pasado Buenos Aires logró comercializar 3000 toneladas de kiwi.

“El Kiwi tiene un potencial grandísimo, sobre todo en Buenos Aires. La calidad de la fruta que allí se produce es muy buena y eso hace que en otras zonas del país se haya dejado de producir. A pesar de esto creo que falta mucho trabajo sobre el sector frutícola, al no ser una zona frutícola los productores se inclinan por otras actividades. Por ese motivo, cuesta a veces que crezcan la cantidad de hectáreas implantadas. Considero que fácilmente podríamos duplicar y hasta triplicar la superficie sin problema, de hecho nos ayudaría a crecer en materia de escala porque muchas veces quedamos afuera del mercado por falta de fruta”, explicó a InterNos Laureano Goycoa, actual presidente de la Cámara de Productores de Kiwi de Mar del Plata.

Para este año las estimaciones sobre la producción de kiwi son buenas y presentan posibilidades de crecimiento. De acuerdo a lo que manifestaron los productores que integran el sector, se espera que las próximas cosechas arrojen buenas cantidades de fruta. Sin embargo, el calibre de los kiwis podrá ser un poco menor a los que se recolectaron el año pasado. Esto último se debe a que en 2020 muchas de las plantaciones son nuevas y eso aumenta la cantidad de fruta, pero disminuye el tamaño. Sin embargo, en algunas zonas como Campana Buenos Aires, se calcula que este año los calibres serán buenos.

En cuanto a los precios, hoy el kiwi varía de acuerdo a los mercados en que se comercialice. En el Mercado Central de Buenos Aires una bandeja de 10 kilos de kiwi italiano ronda los $1700, mientras que el kiwi nacional cuesta unos $1500. Sin embargo en el Abasto de Córdoba, una bandeja de kiwi chileno de 10 kg ronda los $2800 y los kiwis argentinos se encuentran al mismo precios, solo que se venden en bandejas de 9kg. Las diferencias de precios responden significativamente a la  variedad de fruta (cilindrica- mariposa - plano) y como en el gigante de Buenos Aires la oferta es mayor debido a la cercanía con las zonas de producción, los precios suelen ser más bajos.

 

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